Marcelo Polino y Carmen Barbieri, junto con otros pasajeros, vivieron momentos de gran tensión cuando el avión de Aerolíneas Argentinas en el que viajaban de regreso a Buenos Aires desde Ushuaia tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Tierra del Fuego debido a una amenaza de bomba. Según relató Barbieri, la tripulación no informó a los pasajeros sobre la situación, generando confusión y miedo, especialmente entre los niños a bordo. La Policía evacuó el avión y detuvo a dos hombres jóvenes.
Barbieri explicó en una entrevista que la aeronave comenzó a dar vueltas y a acercarse nuevamente a tierra poco después de despegar, sin que los pasajeros fueran notificados sobre lo que ocurría. La actriz y Polino exigieron a la tripulación que informaran al pasaje, pero inicialmente solo les comunicaron a ellos sobre la amenaza de bomba para evitar el pánico generalizado. Polino también compartió en sus redes sociales que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Fuerza Aérea se encontraban en el lugar, y que el vuelo AR 1883 fue desviado.
Una vez en tierra, personal de la PSA ingresó al avión y los pasajeros permanecieron encerrados durante 40 minutos, sin poder moverse o usar sus teléfonos. Barbieri describió cómo los efectivos revisaron todo el equipaje mientras el avión estaba estacionado cerca de una montaña, en un área distinta al aeropuerto de Ushuaia, para minimizar el riesgo en caso de una explosión. Los pasajeros, sin embargo, seguían sin recibir información clara sobre la situación.
Barbieri criticó duramente a Aerolíneas Argentinas por la falta de comunicación y atención hacia los pasajeros durante la emergencia. Según la actriz, no se les proporcionó ni agua y permanecieron en condiciones extremas, con frío bajo cero, esperando en la pista mientras se resolvía la situación. La experiencia dejó a los pasajeros con un fuerte sentimiento de inseguridad y molestia por el manejo de la crisis a bordo.