Alcances: sólo para bienes y fletes, pero no para turismo ni para streaming
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que la rebaja del Impuesto País no alcanza al dólar ahorro ni al dólar tarjeta, con lo cual los gastos en turismo (pasajes y servicios turísticos, entre otros) y plataformas de streaming seguirán pagando una alícuota del 17,5%. En consecuencia, el anuncio de la reducción de 10 puntos de la alícuota abarcará, en esta primera etapa que arrancará el mismo lunes, con la importación de bienes y con el pago de fletes. Esto quiere decir que el dólar “importador” bajará de los actuales $ 1.116 a $ 1.021, es decir $ 100. “Lo que habíamos subido de 7,5 a 17,5% lo bajamos. Era para poder ganar de negociación y mostrar que podíamos ir a equilibrio fiscal solos”, explicó el titular de Hacienda. El Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) se estableció al arrancar el gobierno de Alberto Fernández, a fines de 2019, con el objetivo de gravar la compra de divisas extranjeras, así como las importaciones y ciertos servicios en el exterior. Este impuesto fue creado en el contexto de una emergencia económica y aún mantiene su vigencia.
Dólares: ¿qué pasa con el dólar Netflix?
Como confirmó el ministro, el Gobierno nacional no tocará el valor del dólar tarjeta o turista con que se pagan los consumos en el exterior y que, en la actualidad, supera los $ 1.550 por unidad. Esta variante se calcula tomando el valor que registra el Banco Nación (cercano a los $ 970) un 30% de impuesto PAIS y otro 30% de adelanto del impuesto a las Ganancias, que pueden ser recuperado. Otra variable que no registrará modificaciones es el denominado “dólar Netflix o Spotify” con que se paga los servicios de streaming y las apps de contenido. Estos servicios ya comunicaron que vendrán con un reajuste a partir de la próxima facturación. Para este caso, el impuesto PAIS se mantiene en 8 %. El resto de las cotizaciones permanecerán como hasta ahora, incluido el dólar Coldplay y aquellos que se usan para compra de artículos de lujo o suntuarios, con una alícuota del 30%.
Precios: ¿se producirá una reducción ante la baja de la presión impositiva?
“Sí, va a implicar una baja. En septiembre vamos a ver una baja de precios. Nos hemos juntado con muchas cámaras para transmitirle que la gente tiene que recibir confianza del otro lado. Si sacamos el impuesto PAIS y la gente no recibe nada, de qué sirvió”, dijo el titular del Palacio de Hacienda durante una entrevista radial. Sin embargo, Caputo no especificó de cuánto podría ser. Esa reducción podría venir del lado de algunos alimentos importados y también de los automóviles, cuyo valor se fija con un 50% de carga impositiva. El funcionario reconoció además que la disminución de precios puede darse, además, en el rubro de electrodomésticos. En este nuevo esquema se plantea otro dilema: los importadores de productos terminados y las fábricas que usan un alto porcentaje de repuestos de otros países serán los más beneficiados, mientras que el resto de las empresas se expone a una eventual ola de mercaderías de origen chino, advirtieron algunas cámaras. De todas maneras, los empresarios le pidieron al Gobierno que sea más cauto en sus declaraciones, ya que el optimismo oficial y la expectativa general pueden chocar con la realidad de cada actividad, que no observan una baja sustancial y general en los precios. En el caso de los automóviles, por ejemplo, la merma de la alícuota no será lineal a la disminución de los precios de los O KM, debido a los costos de producción y de mano de obra, que tienen componentes locales.
Ingresos: ¿qué pasará con la recaudación?
“El Impuesto PAIS es clave para la recaudación. Por ejemplo, entre enero y julio acumuló $4,2 billones, casi tanto como el de los Débitos y Créditos Bancarios, que marca el nivel de la economía “en blanco”, y que sumó $ 4,6 billones. En una primera respuesta, el ministro de Economía afirmó que la reducción de la alícuota del impuesto PAIS será compensada por los ingresos adicionales del impuesto a las Ganancias para asalariados y la moratoria impositiva. Los interrogantes se plantean no solo desde el lado fiscal. Algunos analistas proyectan que el impacto también se sentirá en las reservas del Banco Central. Frente a la disminución del impuesto PAIS, los importadores se retrajeron para aprovechar un tipo de cambio más conveniente una vez que se avance con la baja.
Costo fiscal: proyecciones privadas
Desde el punto de vista fiscal, si el gobierno no modificara la alícuota y mantuviera el impuesto como está desde principios de año, la recaudación en 2024 alcanzaría el 1,13% del Producto Bruto Interno (PBI), plantea un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Esto supera el superávit fiscal anualizado, que se basa en la ejecución presupuestaria de los primeros siete meses del año, y es del 0,9% del Producto. Por lo tanto, la rebaja de la alícuota del impuesto del 17,5% al 7,5%, implicaría una pérdida de ingresos por 0,13% a 0,18% del PBI en los últimos cuatro meses del año. Esta pérdida representa entre el 14% y el 20% del superávit fiscal anualizado. El Gobierno ha proyectado que el impuesto desaparezca a fin de año. Entonces, ¿cuál sería el impacto? Según el Iaraf, la recaudación potencial que quedaría, luego de la rebaja, para 2025 sería del orden de 0,76% del PBI. Esto implica que el gobierno debe incorporar en el Proyecto de presupuesto 2025 una alternativa de financiamiento, es decir un menor gasto o un mayor ingreso, sostiene el instituto. “Si se cumple con la no renovación de impuesto PAIS cuando venza a fin de año, este impuesto habrá aportado, durante su vigencia, recursos por 2,95% del PBI. En dólares oficiales, el impuesto PAIS finalizará su vida habiendo aportado US$ 17.000 millones”, acota.
Valores: ¿cómo reaccionará el mercado ante esta baja?
El recorte del impuesto PAIS, anunciado por el ministro de Economía Luis Caputo, no vendría aparejado de un salto en el dólar oficial que compense la baja impositiva, considera Portfolio Personal Inversiones (PPI). En consecuencia, “el tipo de cambio efectivo de las importaciones considerando el costo de cobertura en ROFEX cederá 8,1% de $ 1.164 a $ 1.070. Los importadores podrían verse tentados a importar más ante este abaratamiento, lo que deterioraría aún más la dinámica del mercado oficial”, analiza. Según PPI, con esta medida, queda en evidencia que el principal objetivo del Gobierno es “desinflar” por sobre “liberar”, aunque esa baja en el nivel de precios se revertiría en caso de unificar al Contado con Liquidación -CCL- (la brecha entre el CCL y el dólar “importador” se amplió de 10,9% a 21%). Los últimos tres “prints” de inflación núcleo dejaban entrever que había una cierta rigidez a la baja: 3,7% en mayo y junio y 3,8% en julio. El Gobierno buscaría atacar este punto y finalmente quebrar el umbral de 3,7% mensual.
Brecha: comprando tiempo hasta las elecciones de medio término
La reducción del impuesto PAÍS sumado a las señales dadas con el menú de la licitación del Tesoro refuerzan el “view” de que el Gobierno buscaría demorar la unificación cambiaria hasta después de las elecciones de medio término. Adicionalmente, queda abierto el interrogante sobre la pretensión de cerrar la brecha “de arriba hacia abajo”. Es decir, que los distintos tipos de cambio de la economía converjan al dólar oficial y no al revés, como suele ocurrir. La pregunta del millón es si el sector externo “cierra” al tipo de cambio oficial que se proyecta con un crawling de 2% y una inflación a la que le faltan, por lo menos, algunos meses para llegar a esa velocidad, indica PPI. El lado “B” de la medida es la pérdida de recaudación por el impuesto PAÍS, que llegó a representar 6,3% de la recaudación total en los siete meses de la administración del presidente Javier Milei. Según los cálculos de Portfolio Personal Inversiones, la recaudación por este tributo caería alrededor de 43% o el equivalente a $ 300.000 millones mensuales en septiembre y octubre asumiendo que las cantidades importadas no suben (si suben cantidades, la mayor recaudación por aranceles compensaría parcialmente). Operadores del mercado y empresarios aguardan los efectos que tendrá en la economía esta primera baja del impuesto PAIS.