Por Santiago Re y Rodolfo Casen 29 Agosto 2024
ESPERAN. La Familia de Luján se instaló frente a la comisaría de Río Seco.
Si bien la consternación sigue reinando en Río Seco a raíz del hallazgo de restos humanos en la casa de un tío de Luján Nieva (11 años), las horas más feroces ya pasaron. La comuna, con la ayuda de la Policía, intervino para aplacar los ánimos de un grupo de vecinos que pretendía tomar represalias contra la casa de Mateo Córdoba, el hombre que fue detenido y que será imputado por el crimen de su sobrina.
Luján salió de casa el domingo para hacer unas compras en una despensa y nunca regresó. Según la investigación, la niña siguió su camino hasta la casa de Córdoba, una zona que solía frecuentar porque ahí -dicen los vecinos- jugaba con algunas amigas. Nunca regresó a casa. El martes a la mañana, los perros de búsqueda hallaron un cráneo en la plazoleta del pueblo y horas más tarde detuvieron al sospechoso. En su casa encontraron más restos humanos.
La detención generó una ola de violencia que fue rápidamente contenida. Según se informó, el jefe comunal Luis Mendoza tuvo un rol muy importante para convencer a los manifestantes de que se calmaran y confiaran en la Justicia. Esa mediación evitó que la Policía tuviera que reprimir.
“Hay mucha tristeza”
Ayer el clima ya era diferente. “En el pueblo hay mucha angustia, mucha tristeza más que bronca”, consideró Analía Fernández, una de las vecinas que dice que no puede entender que Córdoba “haya cometido una barbaridad así”.
La mayoría de las personas que hablaron con LA GACETA indicaron que no tienen dudas que los restos hallados deben ser de la niña desaparecida. La esperanza de que la niña pueda aparecer con vida prácticamente se diluyó, exceptuando a algunos familiares que se aferraron a esa posibilidad. Fue el caso de Gladys Díaz, tía de Luján, que sintetizó: “yo mantengo la esperanza de que sean huesos de un animal, que mi sobrina esté viva. Les pido a las autoridades que la sigan buscando, por favor”.
Lo que los entrevistados no sabían en ese momento es que simultáneamente, en una declaración extraoficial que deberá ratificar ante la Justicia, Córdoba habría reconocido su autoría en el hecho, aclarando que fue un accidente.
Según informaron fuentes del caso, el acusado habría dicho que mientras trabajaba en una obra, estaba lanzando ladrillos hacia un sector y no vio a tiempo a la niña que pasaba. Aterrado con lo que había provocado, decidió deshacerse del cuerpo.
Ladrillos secuestrados
Ayer a la mañana la inspección de la casa de Córdoba continuaba. La Policía puso un vallado en toda la cuadra y buscó también en los terrenos lindantes porque los restos del cuerpo habrían sido dispersados en distintos lugares. El fiscal regional de Monteros Miguel Varela, supervisó en persona la medida.
Entre los elementos que se secuestraron hay algunos ladrillos que presentarían manchas pardo rojizas. Los materiales serán peritados para corroborar si están manchados con la sangre de Luján.
Contención
Por otro lado, la familia de Luján seguía apostada frente a la comisaría de Río Seco. Desde el domingo pusieron sillas ahí y se instalaron para pedir respuestas a la Justicia y para que se siga buscando a la niña hasta que les den una certeza.
La comuna puso a disposición de los familiares un gazebo para que se protejan del sol y la lluvia. Además les envió víveres y profesionales de la salud, no solo para que les brinden contención psicológica sino también asistencia, dado que el abuelo de la niña, por ejemplo, sufrió una suba de presión y requirió el servicio de un médico.
En la escuela Manuel Quintana, donde asistía la niña, ayer no dictaron clases en señal de duelo.
“Las docentes estamos destruidas. Me quebré tanto cuando me dijeron lo que había hallado que no podía contener las lágrimas. Nunca había pasado algo así en el pueblo. Estamos todos consternados, desde el domingo estamos a disposición de la familia Nieva”, contó la maestra Miriam Ríos en entrevista con el canal de LA GACETA.
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