Hace tres años que empezó a correr y se encontró con un rival común en el mundo del running, pero que no compite con todos. O al menos ella lo considera así. “Tengo el problema de correr con las puntas de los pies. Se lastiman, los vasos que están a la par de las uñas sangran y termino con los dedos llenos de sangre”, contó Luciana Jiménez. La tucumana que finalizó en el puesto 2180 sobre más de 25000 runners que marcaron un nuevo récord en la Media Maratón de Buenos Aires, fue la tucumana mejor clasificada. La abogada no se sorprendió cuando terminó la carrera y sus medias y calzados estaban manchados. “Cuando dejo de entrenar por alguna razón, me pasa eso. Es habitual en los corredores”, señaló.
Dedicada a las carreras de calle de manera amateur, la corredora de 37 años, en realidad, no tiene una falla o una mala pisada. "Son técnicas distintas. Se le llama economía de carrera. Algunos caen con las puntas, con medio pie, otros con el talón", explica Lucas Santillán entrenador de Jiménez. La técnica de la corredora hace que la zancada despegue más rápido del suelo; no significa que sea la mejor manera, tampoco la peor aunque la consecuencia en la atleta sea bastante impactante.
Su método para combatir la situación es bastante práctico. “Me duele y lo voy soportando. La carrera te lleva a seguir a pesar de cualquier dificultad. Correr, siempre me gustó mucho. Fue un camino de ida, así que practico el deporte de forma amateur nada más. Solo trato de tener la disciplina de entrenar todos los días y hacer alguna u otra cosa que me ayude a mejorar”, reconoció.
Jiménez adoptó al running como deporte de cabecera hace apenas tres años. Conoció la actividad entre atletas responsables que forman parte del S&S Santillán Entrenamientos. Con ellos descubrió que el entrenamiento programado es un aliado para poder concretar las distancias que se propone. “Mi objetivo es correr 42K, pero requiere mucho entrenamiento, correr varios kilómetros y tiempo”, reconoció.
“Empecé a entrenar de forma amateur a fines de 2022 porque necesitaba hacer algo que me ayude a despejar la cabeza de los problemas personales por los que estaba pasando. Probé hacer otras cosas como ir al gimnasio o hacer ciclismo pero no me convencían y no lo disfrutaba como al running”, relató Jiménez. Y agregó: “cuando empecé a entrenar con el grupo, a seguir un planilla de entrenamiento e ir a las carreras, me enamoré aún más del deporte”.
La singular condición de sus pies que sangran atenta con la planificación si hay parates seguidos. “Por esas pausas es que todavía no puedo llegar a los 42K”, indicó la profesional. Sin embargo, su rendimiento en Buenos Aires dejó esperanza que puede ganarle siempre al contratiempo físico. “No esperaba tener este rendimiento porque venía muy parada. Bajé mucho mí tiempo. ¡Siete minutos es un montón!”, dijo orgullosa la runner amateur que completó por segunda vez la Media Maratón de Buenos Aires.