Pese a que el Dream Team de Estados Unidos surgió en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, con un equipo plagado de figuras, el básquet de la década del 90 era de nivel inferior al actual en la NBA. Al menos, así lo considera una de las actuales figuras de la mejor liga del mundo.
“Dicen que era más duro entonces que ahora, pero no creo que nadie tuviese buena técnica en esa época. (Michael) Jordan era el único que realmente tenía esa habilidad, ¿me entiendes? Por eso, cuando tiempo después vieron a Kobe Bryant, pensaban: ‘Dios mío’. Ahora todo el mundo tiene esa técnica”, aseguró Anthony Edwards, figura de Minnesota Timberwolves, y parte del seleccionado estadounidense que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.
Por supuesto, la polémica frase, surgida en una entrevista, generó muchas repercusiones. Magic Johnson, histórico base de Los Ángeles Lakers, y miembro del Dream Team original, disparó: “No responderé nunca a un tipo que no ha ganado nunca un campeonato, no ganó un título universitario, y ni siquiera sé si ganó algún campeonato en el instituto”.
Por su parte, Isiah Thomas, histórico base de Detroit Pistons, que tuvo una fuerte rivalidad con los Chicago Bulls de Michael Jordan, señaló: “La propaganda funciona, así que ten cuidado con lo que decides creer”.
La impactante mansión que Michael Jordan no puede vender hace más de una década
Michael Jordan es una eminencia del deporte. La súperestrella del básquet es una de las personalidades más destacadas de la historia. Y sin embargo, no puede escapar a algunas complicaciones. En este caso, está teniendo problemas para vender una impresionante mansión.
Ubicada en Highland Park, al norte de Chicago, ciudad donde brilló vistiendo la camiseta de los Bulls, Jordan adquirió el lugar en 1991, e hizo construir la mansión en 1995. El lugar tiene todas las comodidades y más: nueve habitaciones, 15 baños, un gimnasio, una piscina infinita, un salón de fiestas, una sala de cine, una biblioteca con pantalla desplegable, un bar, un lago, un garaje con espacio para 15 coches, una cancha de baloncesto con su propio logo, una pista de tenis y hasta un minigolf. Además, posee una sala para fumadores donde organizaba sus partidas de póker.
En 2012, Jordan decidió vender la mansión, que tiene también un mítico portón donde figura el número 23, icónico dorsal que utilizó el estadounidense. En un principio la puso a subasta, pero no tuvo éxito. Después, la puso en venta por 29 millones de dólares, una cifra que nadie alcanzó y que le llevó a bajarla hasta los 21 millones. Tampoco hubo suerte, y bajó hasta los 16 millones y después hasta los 14,8 millones de dólares que cuesta hoy en día. Por el momento, siguen sin haber compradores.