Lázaro Báez, empresario vinculado al kirchnerismo y símbolo de la corrupción en la obra pública argentina, fue condenado nuevamente, esta vez a 4 años y medio de prisión por lavado de activos agravado. La sentencia se refiere a la compra de "El Entrevero", un campo de 152 hectáreas en Punta del Este, Uruguay, que Báez adquirió con fondos provenientes de la "Ruta del Dinero K", un escándalo de corrupción por el que ya había sido condenado previamente.
Junto a Báez, también fueron condenados varios de sus colaboradores, entre ellos Leonardo Fariña, quien había sido su testaferro y luego se convirtió en arrepentido, proporcionando información crucial en el caso. Fariña recibió una reducción en su condena y cumplirá 4 años de prisión tras fusionarse con otra pena anterior. Su lujoso casamiento en 2011 con la modelo Karina Jelinek, que incluyó extravagancias como la contratación de aviones privados, fue uno de los primeros indicios que llevaron a la investigación por lavado de dinero.
El fallo del Tribunal Oral en lo Federal 4 también incluyó condenas para otros implicados, como el contador Daniel Pérez Gadín, que manejaba la financiera "La Rosadita", utilizada para ocultar las transacciones ilícitas. Los condenados recibieron penas que varían entre 2 y 5 años de prisión, dependiendo de su grado de participación en las maniobras de lavado.
Además de las penas de prisión, el tribunal ordenó el decomiso de bienes adquiridos con dinero ilícito, incluyendo "El Entrevero", valuado en 14 millones de dólares, un terreno en la zona del Faro de San Ignacio, y un departamento en Palermo, Buenos Aires, valorado en 800 mil dólares. Estos bienes fueron parte de las transacciones que la justicia determinó como parte del esquema de lavado de dinero dirigido por Báez.