Forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, y petróleo y gas. Esos son los principales segmentos de la economía que pueden resultar favorecidos por el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) que incluye proyectos que demanden un mínimo de U$S 200 millones como inversión. Entre otros beneficios, el RIGI ofrece una serie de facilidades impositivas, de acceso a importaciones y al mercado de cambios, además del manejo de utilidades y flujo de fondos en el exterior.
La reglamentación del sistema se hizo oficial a través del Decreto 749/2024, publicado en el Boletín Oficial. Según la norma, las inversiones en este último sector destinadas a transporte y almacenamiento deben superar los US$ 300 millones, mientras que aquellas orientadas a la exploración y explotación deberán ser mayores a US$ 600 millones.
Dentro de cada segmento se indican actividades específicas:
• Sector de Turismo: servicio de hospedaje y alojamiento.
• Infraestructura: construcción de estructuras físicas, redes y sistemas públicos o privados para logística y transporte (vial, terrestre, marítimo, fluvial, portuario, ferroviario, aeroportuario) y proyectos de esparcimiento.
• Servicios públicos y esenciales: salud, educación, telecomunicaciones, defensa y seguridad.
• Sector de Minería: prospección, exploración, desarrollo, extracción y explotación de minerales.
• Tecnología: producción de bienes y servicios tecnológicos innovadores como biotecnología, nanotecnología, movilidad, energía, industria aeroespacial, nuclear, software, robótica, inteligencia artificial, armamento y defensa.
• Siderúrgico: industrialización y procesamiento de hierro, acero y aleaciones para producir productos primarios o elaborados.
• Energía: generación, almacenamiento, transporte y distribución de energía eléctrica de fuentes renovables y no renovables, y otras energías bajas en carbono.
• Petróleo y Gas: construcción de plantas, transporte y almacenamiento de hidrocarburos, petroquímica, licuefacción de gas natural y exploración/explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos.
A su vez, crea las figuras de los Registros de Vehículos de Proyecto Único (son entidades como sociedades, sucursales o contratos que tienen como único objeto el desarrollo de un proyecto específico); de Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo y de Proveedores del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones. Las empresas que quieran adherir tendrán dos años para hacerlo y el Poder Ejecutivo quedará autorizado a extender ese plazo por hasta un año.
Entre los beneficios más importantes habrá una reducción del impuesto a las Ganancias al 25%, se implementará una amortización acelerada de bienes muebles e infraestructura, los saldos de IVA se devolverán en un plazo no mayor a tres meses. Además, se permitirá el cómputo del 100% del impuesto al cheque crédito en Ganancias. Asimismo, las empresas gozarán de exenciones en el pago de derechos de importación y durante los primeros tres años no se pagarán derechos de exportación.
Facilidades
El régimen establece facilidades para la liquidación de divisas que ingresen por exportaciones que serán de 20% luego de dos años iniciada la inversión, 40% después de tres años y 100% luego del cuarto año. En caso de las declaradas como “Exportación Estratégica de Largo Plazo”, los plazos son los siguientes: 20% luego de transcurrido un año contado desde la fecha puesta en marcha de los Vehículos de Proyecto Único (VPU); 40% luego de transcurrido dos años contados desde la fecha puesta en marcha del VPU; y 100% luego de transcurrido tres años contados desde la fecha de puesta en marcha del VPU.
Plazos para adherirse: hasta agosto de 2026
Las empresas que estén interesadas en adherirse al RIGI tendrán un plazo de dos años para hacerlo a partir de la entrada en vigencia del decreto. Esto significa que las compañías tienen hasta agosto de 2026 para solicitar su incorporación al régimen, con la posibilidad de que el plazo se extienda un año más si es necesario. Esta ventana de tiempo relativamente amplia busca permitir que las empresas planifiquen y estructuren adecuadamente sus inversiones antes de comprometerse formalmente. De esta manera, el Gobierno garantiza un flujo de inversiones en un período concreto, lo que puede ayudar a dinamizar la economía en el corto y mediano plazo.
Monto mínimo: de cuánto debe ser la inversión
Uno de los puntos más importantes del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones es el requisito de un monto mínimo de inversión, que varía según el sector. Para la mayoría de los sectores, como la forestoindustria, turismo o siderurgia, la inversión mínima requerida es de 200 millones de dólares. Sin embargo, en sectores más complejos o con mayores riesgos, como el petróleo y gas, los requisitos son más altos. Por ejemplo, las inversiones destinadas al transporte y almacenamiento en este sector deben superar los 300 millones de dólares, mientras que los proyectos de exploración y explotación requieren una inversión mínima de 600 millones de dólares.
Producción local: sistema de protección
Uno de los reclamos de las cámaras empresariales argentinas se centró sobre los beneficios impositivos para la importación y la desigualdad competitiva que esto puede provocar en relación con la producción local. Este esquema ha sido pedido por los principales ejecutivos al presidente Javier Milei en sucesivos encuentros para debatir los alcances del régimen.
En ese sentido, el RIGI incluye un “plan de desarrollo de proveedores locales”. La normativa obliga a todos los proyectos a destinar a jugadores del mercado local al menos el 20% de sus gastos destinados al pago de proveedores, apunta lanacion.com.ar.