El padre Julio César Grassi, de 68 años, seguirá detenido en la cárcel bonaerense de Campana, Buenos Aires, luego de que el Tribunal en lo Criminal N°1 de Morón desestimara su solicitud de libertad condicional. Grassi, condenado por abuso sexual infantil y corrupción de menores agravados, había solicitado el beneficio tras cumplir 11 de los 15 años de su condena.
Durante la audiencia, el sacerdote y fundador de la fundación "Felices los Niños" insistió en su inocencia y afirmó estar preparado para reinsertarse en la sociedad. Sin embargo, tanto los querellantes como el fiscal de Ejecución, se opusieron a su liberación anticipada.
La presidenta del tribunal, Mariana Maldonado, junto con los jueces Juan Carlos Uboldi y Claudio José Chaminade, decidieron rechazar el pedido de Grassi. Los fundamentos de la decisión se darán a conocer el próximo lunes 2 de septiembre. Grassi, quien participó de manera remota desde la Unidad Penitenciaria N°41 de Campana, fue representado por sí mismo durante la audiencia.
En su alegato, Grassi citó casos internacionales de errores judiciales y presentó un informe psicológico que, según él, no refleja una actitud que justifique los delitos que se le imputan. Aseguró que ha militado contra el maltrato infantil y que sus pastorales han sido consistentes con su rechazo a los abusos.
Para solicitar la prisión domiciliaria, Grassi debía presentar pruebas de su capacidad para una adecuada reinserción laboral y un domicilio donde residir, propuestas en una quinta en José C. Paz, propiedad de un militar cercano a su hermano. El sacerdote también reveló que ha iniciado estudios en derecho y pastoral carcelaria con el objetivo de contribuir a la sociedad en su rol como sacerdote y futuro abogado.
El fiscal Mario Ravizzini argumentó en contra de la liberación anticipada, señalando que Grassi no reconoce la gravedad de sus acciones y que su reiteración delictiva es un obstáculo significativo. Por su parte, el representante de la víctima, Sergio Piri, y el querellante Juan Pablo Gallego criticaron duramente la solicitud, afirmando que Grassi no ha mostrado remordimiento y sigue sin comprender el impacto de sus crímenes.
Se espera que Grassi intente nuevamente apelar la decisión judicial, consignó el sitio Infobae.
Grassi fue condenado el 10 de junio de 2009 tras un extenso juicio, que incluyó el testimonio de 130 testigos. La sentencia fue confirmada en diversas instancias judiciales, incluyendo la Corte Suprema en 2017. A pesar de las apelaciones, la condena se mantiene firme hasta el 30 de mayo de 2028, según el ajuste realizado en junio del año pasado por la Cámara de Apelaciones.