Por Ariane Armas
Hace 3 Hs
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La Gaceta / fotos de Analía Jaramillo
“No podrá estacionarse durante las 24 horas en calle Las Piedras”, avisaron en la municipalidad capitalina. La medida, que regirá desde calle Jujuy hasta la avenida Sáenz Peña, empezará a correr desde mañana y tiene a muchos vecinos y comerciantes de la zona preocupados. Es que no son pocos quienes estacionaban sus vehículos desde hace años y ahora corren contrarreloj para buscar un nuevo lugar donde aparcar. Esta acción que forma parte del Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU) también alcanzará a calles Crisóstomo Álvarez y San Lorenzo, que estos días mantuvieron el foco sobre ellas por su cambio de dirección, pero lo cierto es que no son las únicas que sufrirán una modificación radical en su paisaje.
El auto rojo que se encuentra justo afuera de su puerta ya no podrá estar más allí, comentó uno de los vecinos de Las Piedras al 100 que dialogó con LA GACETA. “Hace 30 años que lo estaciono aquí y por el momento no decidí qué haré a partir de la prohibición”, comentó el hombre, que prefirió no dar su nombre.
“Vamos a ser muchos los afectados porque esta zona está llena de gente que viene a trabajar en sus comercios o en algunas instituciones”, agregó y comentó que nunca fueron consultados al respecto sino que se enteraron por las noticias. “Si hay que pagar cochera, será un golpe económico”, remarcó.
Qué dicen los comercianes sobre los cambios en la calle Las Piedras
Jorge Atar tiene una pollería en Las Piedras al 200 y es otro de los que analiza opciones porque desde mañana ya no podrá estacionar en la cuadra donde lo hizo siempre. “Me va a complicar bastante la situación pero por el momento aún no tengo decidido qué voy a hacer. Creo que lo mejor será esperar al viernes y ver cómo se establecen las cosas para tomar una decisión”, indicó.
BAJO LA LLOVIZNA. Ni el mal clima detuvo los trabajos de señalización que llevan adelante desde el municipio.
Distinta es la opinión de Ignacio Páez, que cuando se enteró de la disposición municipal buscó una cochera para evitarse inconvenientes. “Apenas me enteré busqué y afortunadamente conseguí un garaje y problema solucionado”, sostuvo.
En su librería de Las Piedras al 400, Romina Rojas comentó que no deja su vehículo cerca de su local ni lo hizo nunca, por lo que no piensa en ello, pero sí en las paradas de colectivos que tendrá su calle y lo mira de forma positiva. “Creo que hasta puede favorecernos el movimiento porque se movilizará más a pie la gente, algo que puede hasta restar inseguridad, porque por la tarde esto queda quieto y se vuelve algo peligroso”, contó.
Lo que dice Romina se refleja en la gran cantidad de negocios enrejados de esas cuadras, en los que incluso algunos vendedores atienden por pequeñas ventanas y sin abrir las puertas.
Qué pasará en los colegios
Otro punto mencionado por vecinos y personas habituales de la calle Las Piedras es la preocupación que causa la llegada y retiro de alumnos de instituciones educativas del lugar.
El colegio Jesús Sembrador, la Fundación de Ayuda al Niño Necesitado y el Instituto John Kennedy son algunos establecimientos que se encuentran en esa arteria.
Fueron padres del Kennedy, que mientras esperaban la salida de sus hijos bajo la llovizna de ayer, aceptaron dar su parecer a nuestro diario. “Nos va a dificultar el ir y venir a todos”. “¿Realmente es tan necesaria la medida?”. “Poder encontrar un lugar donde dejar el auto va a ser una odisea”. Fueron las frases que se escucharon.
Mientras que Gabriela Avellaneda, una de las mamás que aguardaban en la puerta del lugar se animó a contar su caso particular.
“Llego a las 11.20 todos los días para encontrar algún lugar donde estacionar aquí a una cuadra, ni siquiera en el frente”, afirmó.
“Dicen que es para mejor pero, ¿no podrían bajar los colectivos por otro lado en el que no estuvieran tantas escuelas?”, se preguntó Gabriela para luego considerar que terminarán ingresando más autos particulares por la Crisóstomo hacia el centro.
“Al principio claro que sí será un problema”, analizó el encargado de un edificio de Las Piedras al 200, Víctor Villarreal. “Vienen docentes, empleados del Subsidio de Salud y otros organismos que hay por aquí cerca”, argumentó.
“Yo me traslado en moto por lo que por suerte no voy a tener dolores de cabeza, pero sí entiendo a la gente que se preocupa y empieza a hacer números para pagar estacionamiento”, sentenció.
Semáforos
Los cambios siempre requieren de paciencia y ajustes, por eso mientras la ciudadanía que sentirá más el impacto del cambio de dirección de calles en el centro hace números o reacomoda sus rutinas, el municipio continúa las tareas para dejar listos desde señales hasta semáforos.
A partir de la 0 hora de mañana la circulación calle San Lorenzo será de oeste a este y Crisóstomo Álvarez, de este a oeste; por lo que a pesar de la lluvia toda esta semana se dispusieron las modificaciones de los artefactos de los complejos semaforizados.
Sergio Gao, director de Alumbrado y Semáforos del Municipio de la Capital, explicó que los semáforos reorientados en las dos calles mencionadas destellarán en amarillo, durante el período de adaptación de los conductores.
“Así se decidió a fin de que se produzca un acostumbramiento del automovilista a la nueva disposición por el cambio de sentido y en un lapso de cinco o seis días, los pondremos en funcionamiento y comenzaremos a trabajar con el sincronismo”, detalló.
En una primera etapa, se giraron 30 semáforos ubicado en la zona céntrica, 15 de calle Crisóstomo Álvarez y 15 de San Lorenzo, precisó el titular de Alumbrado y Semáforos.
Y para tener en cuenta, hoy se trabajará especialmente en los cruces semaforizados de Crisóstomo Álvarez y de San Lorenzo, en sus intersecciones con avenidas Sáenz Peña, Alem y Colón, entre otras esquinas.
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