De Tucumán a Texas: dos hermanos potencian el talento tech latinoamericano en EE.UU.

De Tucumán a Texas: dos hermanos potencian el talento tech latinoamericano en EE.UU.

Los tucumanos Marcos y Lucas Ocón, de 27 y 29 años, dejaron sus trabajos para lanzar Develative. Hoy su empresa cuenta con 40 empleados en Latinoamérica.

LOS HERMANOS EN EE.UU. Lucas y Marcos representan a la Cámara de Comercio Argentina en un evento en Texas./MARCOS OCÓN LOS HERMANOS EN EE.UU. Lucas y Marcos representan a la Cámara de Comercio Argentina en un evento en Texas./MARCOS OCÓN

Marcos Ocón, tucumano de 27 años, es el cofundador de la empresa Develative (www.develative.com) junto a su hermano Lucas Ocón, de 29 años. Se trata de una startup tech que hoy en día tiene presencia internacional y que comenzó hace ocho años atrás como un sueño que parecía muy ambicioso.

Marcos, quien charló virtualmente con LA GACETA, estaba por egresar de la Escuela Normal cuando se encontró con el dilema que típicamente asalta a los adolescentes: ¿y ahora qué? Él no tenía muy definido qué estudiar en la universidad, pero se terminó decidiendo por la Ingeniería en Sistemas.

Marcos dice que confiaba en que le iba a ir bien sin importar lo que estudiara. Y adjudica esa fe en el hecho de que toda su vida hizo judo, deporte que comenzó primero su hermano mayor, Lucas. “Mi hermano era el que cortaba el viento: él se animaba a hacer algo primero y luego yo empezaba lo mismo, pero ya habiendo aprendido de su recorrido, lo que hacía que a mí me fuera bien por inercia desde el principio. Así pasó con el judo y con otras áreas de la vida”, cuenta el menor de los Ocón.

Los inicios en la industria tech

VIAJES DE NEGOCIOS. Marcos viaja al menos dos veces al año para visitar clientes en EEUU, aquí se encontraba trabajando desde el aeropuerto./MARCOS OCÓN VIAJES DE NEGOCIOS. Marcos viaja al menos dos veces al año para visitar clientes en EEUU, aquí se encontraba trabajando desde el aeropuerto./MARCOS OCÓN

Marcos obtuvo su primer trabajo en el área tecnológica cuando estaba terminando de cursar el año inicial de Ingeniería, en 2015. Había visto en la sección de clasificados de LA GACETA un puesto en una empresa tucumana que le había llamado la atención. Y fue así que empezó a diseñar sitios web. 

Por otro lado y al mismo tiempo, su hermano ya estaba trabajando como desarrollador para consultoras de Buenos Aires y se acercaba a la meta de empezar a cobrar en dólares.

Luego, Marcos renunció a ese primer trabajo y un día recibió un mail con una propuesta laboral de una empresa en el exterior. “Yo tenía 18 años, inglés sabía poco y nada, pero decidí mandarme igual. En ese momento el mercado para programadores juniors no estaba tan saturado como hoy, por eso quizá fue un poco más fácil”, apunta el cofundador de Develative.

“Me acuerdo que en esa entrevista laboral online, mi hermano y sus amigos estaban atrás de la pantalla ayudándome a responder las preguntas en inglés que yo no sabía”, dice Ocón entre risas. Y destaca que esa actitud de ser muy “lanzado” es la que lo ayudó a avanzar en su carrera. Al ingresar a ese puesto nuevo, se encontró con tecnologías con las que nunca había trabajado antes y nuevos desafíos. Trabajando horas extra, hasta 12 por día, y los fines de semana, logró dominar la situación.

Dejar la zona de confort otra vez

Los hermanos Ocón se sentían muy cómodos con su vida: eran jóvenes; tenían un trabajo remoto con un buen sueldo en dólares y todo esto en un momento donde todavía no había surgido el boom pospandemia de trabajar desde casa. Ellos lo habían logrado con 19 y 22 años.

CONTINÚAN CRECIENDO. Marcos y Lucas junto a Roland Peña, el jefe de desarrollo empresarial de Austin, Texas./MARCOS OCÓN CONTINÚAN CRECIENDO. Marcos y Lucas junto a Roland Peña, el jefe de desarrollo empresarial de Austin, Texas./MARCOS OCÓN

Pero en 2016, año clave para Develative, los hermanos se dieron cuenta de que querían salir de la zona de confort que habían construido y aspirar a más. Su gran sueño era crear una empresa de tecnología ya que, mientras trabajaban en el área, habían advertido que había un mercado muy grande para ofrecer un servicio muy específico: conectar talento tecnológico latinoamericano con empresas estadounidenses. Entonces decidieron renunciar a sus trabajos y se pusieron a transformar ese sueño en una meta, es decir, a dividir esa meta en pasos pequeños. 

Así los Ocón fundaron su primera startup, que se convirtió en una empresa con 40 empleados esparcidos por toda Latinoamérica y con su principal base de clientes ubicada en Texas, Estados Unidos.

¿Qué hace Develative?

El servicio que esta compañía ofrece es conocido como staff augmentation, es decir, aumento de personal capacitado para proyectos tecnológicos específicos de una empresa. “Nosotros nos encargamos de conectar la oportunidad con el talento”, comenta Marcos.

“Si trabajás para una empresa estadounidense es mucho más fácil y común que te ‘rajen’, en comparación con los procesos más regulados de despido que hay en la Argentina”, dice el cofundador. Develative se ocupa de brindar tranquilidad para contratantes y contratados. Por un lado, se encarga de cuidar a los trabajadores latinoamericanos asegurándose de que tengan un flujo de propuestas laborales constantes, y, por el otro, garantiza a los empleadores extranjeros una oferta de profesionales de alta calidad.

La importancia de creer en la propia propuesta

Cuando tuvieron que empezar a ofrecer sus servicios, Marcos dijo que se sentía muy seguro porque pensaba que iba a ser “todo muy fácil”. “Como nuestro paquete era ‘bueno, bonito y barato’, pensaba que iba a mandar un par de mails y que nos íbamos a llenar de clientes”, cuenta. Pero se enfrentó con una realidad muy distinta: eran dos chicos de no más de 23 años intentando vender su sueño en el exterior con aún mucho por aprender.

Tuvieron que hacerse resilientes puesto que la gran mayoría de propuestas de negocios que enviaban eran rechazadas. Incluso había empresas que respondían de mala manera. Llegaron a decirles “no me molestés más, ese modelo de negocio es un desastre y ya no funciona”. Por haber pasado por situaciones como esta es que el joven destaca la importancia de no bajar la cabeza y de creer firmemente en la propia propuesta de valor.

Tras los primeros golpes, los hermanos repensaron su oferta de servicios. Después de dar vueltas al asunto, encontraron un área del mercado que todavía no estaba tan explotada: ofrecer profesionales con una cultura y zona horaria similar a las estadounidenses.

Este modelo de negocio surge porque las compañías extranjeras buscan mano de obra tecnológica más barata que la de los Estados Unidos. “Nosotros sabíamos que no tenía sentido vender nuestro servicio como una propuesta más barata, porque si el precio era lo que atraía a la empresa, siempre podían conseguir profesionales a un costo menor que los latinoamericanos en países de Asia, como la India o Pakistán”, refiere el tucumano.

Por el hecho de que el ahorro no era un argumento decisivos, los creadores de Develative decidieron enfatizar su mensaje de ventas en que los latinoamericanos tienen una cultura y una forma de ser más compatibles con la estadounidense por ser países occidentales en contraste con el continente asiático. Además, no hay tanta diferencia de zona horaria, ya que con ciertas áreas de la India pueden llegar a haber hasta 12 horas de distancia, algo que dificulta mucho la posibilidad de llevar adelante un proyecto con un equipo diverso.

La adrenalina de las grandes metas

Marcos afirma que tuvo muchos momentos de duda en el camino del emprendedurismo. Llegó a considerar “dejar todo” para volver a ser desarrollador y ganar en dólares de manera independiente, pero compartió el secreto que lo mantuvo siempre fuerte durante los años difíciles: le encanta soñar a lo grande y planear cómo hacerlo realidad.

“Me vuelve loco volar con la mente y pensar nuevas metas que parecen muy lejanas pero, si las analizás, en realidad están mucho más cerca de lo que crees. Por ejemplo, a veces pienso que me gustaría que Develative crezca y llegue a tener 500 empleados. Hoy me faltan 450, un montón, pero ¿cuántos clientes realmente necesito para llegar a ese número? Quizás seis o siete, no es tanto, y ahí ya suena mucho más posible”, reflexiona el emprendedor.

Consejo para otros jóvenes

BUSCÁ MENTORES. Lucas Ocón junto a Diego Noriega, fundador de Alamaula y SquadS Ventures./MARCOS OCÓN BUSCÁ MENTORES. Lucas Ocón junto a Diego Noriega, fundador de Alamaula y SquadS Ventures./MARCOS OCÓN

Ante la pregunta "si pudieras volver el tiempo atrás y cambiar algo de tu camino como emprendedor, ¿lo harías?", el tucumano respondió "no" simplemente porque cree que hoy es quien es por sus aciertos y errores. Pero, sí reconoce que su mayor fallo fue no recurrir a mentores y exponerse más con su marca personal. “Eso fue algo que nos retrasó mucho”, admite.

Así que, si tuviera que decir algo a los jóvenes que están comenzando un camino similar, ello sería que busquen aprender de los referentes de la industria porque son personas que ya tienen años de rodaje. Ocón mencionó a su amigo Santiago Ferreyra, otro emprendedor que la semana pasada dio consejos en LA GACETA sobre la importancia de los mentores y acerca de cómo conseguirlos, y dijo que estaba totalmente de acuerdo con lo que él había afirmado sobre el tema.

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