A la medianoche comenzó un motín en la comisaría 10° de la capital tucumana para exigir mejores condiciones. Un grupo de 84 detenidos prendió fuego a los colchones de las celdas y las llamas se propagaron de inmediato. El fuego provocó serios daños en las instalaciones, pero no hubo heridos ni víctimas personales.
El comisario Eduardo Luna, jefe de la unidad regional capital, admitió que hay “sobrepoblación en las cárceles y esto produce las peleas entre los presos, hay más de 1.100 detenidos en las comisarías de capital”, afirmó. A nivel provincial, el número asciende a 2.300.
El traslado de los detenidos
Luego de controlar la situación, varios de detenidos fueron trasladados a otras comisarías para evitar nuevos disturbios. Los presos estaban alojados por diferentes causa procesales y a disposición de las autoridades judiciales.
El grupo rebelde comenzó el motín con la quema de colchones, colchas y otros elementos de combustión. Ante tal situación se procedió a solicitar en forma urgente la colaboración de las distintas dependencias como el Grupo CERO y los bomberos.
Los efectivos irrumpieron en los calabozos, mientras los detenidos arrojaban todos tipos de elementos contundentes. Una vez controlada la situación, se procedió a desarmarlos, ya que tenían puntas carcelarias. Luego fueron trasladados a un pasillo interno de comisaría.
Se realizó la identificación de la población de detenidos, a los efectos de hacer un recuento y verificar si se produjo alguna fuga. De ese modo se estableció que se encontraba la totalidad de los 107 detenidos.