En el marco del proceso de debate que impulsó el gobernador Osvaldo Jaldo para convocar a una Asamblea Legislativa que reforme la Carta Magna de Tucumán, cuatro referentes jóvenes de la provincia pasaron por “Panorama Tucumano” para plasmar sus impresiones sobre el tema. En diálogo con Federico van Mameren, Nazarena Estrade, licenciada en Ciencias Políticas; Milagros Arghittu, referente provincial del Programa Educativo Uniendo Metas de Asociación Conciencia; Juan Santos Bollea, presidente de la Unión Argentina de Jóvenes Empresarios (Unaje); y Bernabé Salas, economista, dejaron en claro su postura en relación a los principales puntos que deben contemplarse en la posible reforma propuesta por el Poder Ejecutivo provincial.
En relación a lo que significa para los más jóvenes esta instancia de debate público, Estrade celebró la oportunidad y destacó que la comunidad debe saber aprovechar la posibilidad y estimular la apertura de los canales institucionales para volver más fructífero todo el proceso. “Me convoca que haya una reforma política porque las cosas que vi a lo largo de mi vida no me gustaron. En las dos elecciones de las que participé no me gustó hacer tres horas de fila para emitir mi voto ni la mercantilización de los votos que hemos visto”, sostuvo la especialista en Desarrollo y Políticas Públicas.
Sobre este punto, Santos Bollea aseguró que el proceso de reforma constitucional no puede estar ajeno al contexto que atraviesa el país y la provincia, y a partir de esto debe entenderse que “la gente tiene la agenda de lo urgente”. “La reforma forma parte de la agenda de lo importante. Esto es algo que distintos sectores de la sociedad y la política vienen pidiendo, pero no sé si todo el mundo sabe lo que implica y se quiere cambiar”, dijo el empresario. Y remarcó que la oportunidad debe servir para “discutir cuestiones de fondo” aspirar a tener “elecciones más democráticas y representativas”. “El hartazgo que se evidencia en distintos sectores es producto de la falta de representación porque la ciudadanía no se siente representada”, puntualizó.
Para Arghittu, los sectores más jóvenes de la ciudadanía “están cansados de lo que ven políticamente”, independientemente de las banderías políticas. “La propuesta de reforma es un desafío porque no es unilateral, no es algo que viene solo del Poder Ejecutivo. Como representantes de la sociedad civil tenemos un peso importante del que no nos hicimos cargo en los últimos años, para llevar a la mesa de diálogo nuestra voz y hacernos escuchar. Por esto, saber que desde la juventud se busquen lugares de toma de decisión es un desafío sobre el que tenemos que estar a la altura”, declaró.
Ante la consulta, el coordinador de Políticas Públicas de la Fundación Federalismo y Libertad indicó que esta etapa de diálogo lleva a poner sobre la mesa las asimetrías existentes en la ciudadanía y la necesidad de trabajar para erradicarlas. “Si no se resuelven ciertas asimetrías, como la educativa, la inclusión de los jóvenes en la política resulta compleja. Al político se lo ve lejos y para acercarlo a la comunidad hay que eliminar las asimetrías y constituir un esquema de participación más proclive a la juventud”, afirmó.
Pedidos
Al momento de referirse a las problemáticas que consideran cruciales para ser contempladas en una nueva Carta Magna, la referente provincial del Programa Educativo Uniendo Metas de Asociación Conciencia señaló que en lugar de pedirle tanto a la juventud se debe tener en cuenta de qué manera los abastece el sistema educativo y cómo se los forma para luego ser escuchados. “A los convencionales les pediría seguir apostando por los jóvenes, aumentando las fuentes de trabajo. Yo creo que solo se puede avanzar en comunidad. Esto también requiere una inversión para que la gente pueda estar formada y tomar este tipo de decisiones. Cuando hablamos de reforma constitucional, creo que muchas personas quedan afuera de ese debate porque no conocen qué implica”, formuló Arghittu.
Estrade reforzó esta postura y explicó que los tomadores de decisiones políticas, de todos los espacios políticos, que hoy son representantes tienen que empezar a “generar los escenarios necesarios entre ellos para generar confianza” hacía la ciudadanía. “Uno mismo se construye a partir de lo que uno es, pero también a partir de lo que el otro es. Y trato de diferenciarme, pero también tengo que acercarme” subrayó.
El representante de los jóvenes empresarios fue tajante al decir que a partir de la convocatoria realizada por el gobernador de Tucumán, la ciudadanía debe involucrarse de lleno para afrontar, por ejemplo, los próximos procesos electorales sin un sistema de acoples, como el que rige actualmente.
Temas urgentes
En torno a las agendas de los temas urgentes e importantes que deben ser contemplados por la clase dirigencial, Salas puntualizó que algunos temas claves como la sustentabilidad suelen quedar al margen en una jurisdicción que afronta temáticas más urgentes como la necesidad de “poder elegir bien a sus representante” o “saber cómo gastan sus presupuestos las instituciones públicas”. “Cuando las variables básicas están tan deterioradas, pensar en la huella de carbono queda lejos”, dijo.
“La raíz de todos los males en la provincia es precisamente el sistema electoral. El sistema electoral lleva a conflictos institucionales múltiples, desde una Corte Suprema que no representa bien a las mayorías o a la distribución del pueblo, porque hay una Legislatura que está totalmente descompensada porque un candidato con el 50% de los votos puede quedarse con el 70% de las bancas, porque hay un sistema de acoples que lo sostiene. También no sabemos cómo gasta la legislatura realmente, porque hay un sistema informal de financiamiento político de las campañas con acoples, que son carísimas, ineficientes, no representan bien y todo lo demás, que precisamente de algún lado viene el financiamiento. Que en Tucumán no haya transparencia pública no es casual. Entonces creo que la primera asimetría que se tiene que plantear, si vamos a una reforma constitucional, es derogar el sistema de acoples”, concluyó.