Los pesquisas siguen sorprendiéndose de cómo día a día descubren nuevos tipos de aparatos que fueron adaptados para funcionar como inhibidores de alarma. Llaveros, controles, radios, etcétera; el recipiente va cambiando. En las últimas horas los efectivos encontraron una herramienta (especie de control) que, en su versión original, se utiliza para medir la cantidad de capas de pintura y el espesor de algunas superficies. Creen que ese dispositivo fue adaptado por una banda para poder bloquear los cierres centralizados de los vehículos y luego poder robar lo que hay en el interior.
La semana pasada se conoció que en las redes sociales se comercializan dos clases de dispositivos (conocidos como Flipper y Pandora) cuya función es analizar la seguridad de los sistemas de seguridad informáticos, por lo que entre otras cosas puede inhibir alarmas; pero además esta modalidad de robo no era nueva en la provincia y se realizaba con inhibidores “caseros”, es decir, modificados. Ahora surgió otra pregunta ¿esos inhibidores “caseros” se están produciendo en nuestra provincia?
El último caso
El 28 de junio una banda robó una camioneta Toyota Hilux que estaba estacionada en San Luis al 100. Los ladrones usaron un inhibidor para abrir el vehículo y a su vez pudieron hacerla arrancar y llevársela. Por este hecho fueron detenidos la semana pasada Leandro Sebastián Bernasconi (28 años), Luis Exequiel Nieva (27) y Alan Daniel Ahumada (23) y hay otros dos jóvenes cordobeses prófugos. Según la acusación, los tres jóvenes a los que se les dictó prisión preventiva por 26 días, integrarían una banda que atacó en varias provincias y que se dedica a modificar documentaciones de los vehículos robados para luego venderlos.
Por pedido del fiscal Carlos Picón, que está frente al caso, el juez Alejandro Tomas concedió que se inspeccione un Chevrolet Onix que había sido secuestrado cuando detuvieron a Ahumada y Nieva. La división Sustracción Automotores, al mando de los comisarios Maximiliano Auteri, Roberto García y Miguel Carabajal, realizó la medida y secuestró ropa, documentación y un misterioso aparato con la marca de una empresa que se utiliza en el ámbito de la construcción. “Tuvimos que buscar en internet y averiguar con especialistas en el rubro para qué servía ese aparato. Esta gente no se dedica a trabajos de construcción ni de pintura; no tenemos dudas de que es un inhibidor y que servirá como prueba en la causa”, sintetizó el comisario Auteri. “Esta banda trabaja con gente de Córdoba y Rosario; creemos que de ahí están trayendo estos sistemas, pero tampoco podemos descartar que ya los estén adaptando en nuestra provincia. Eso todavía es materia de investigación hasta que surja una prueba concreta”, explicó.