CHICAGO, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló en Chicago ante la Convención Nacional Demócrata, en una primera noche de lo que será el pase a su vicepresidenta Kamala Harris como abanderada del partido en la carrera por la Casa Blanca.
Harris venía de participar, con su compañero de fórmula, Tim Walz, en eventos de campaña en Pensilvania, estado decisivo en la disputa presidencial frente al republicano Donald Trump.
Se esperaba que Biden, de 81 años, ofrezca un discurso con sabor a despedida tras medio siglo en la escena política, con un repaso de su gestión y que simboliza la transición generacional del Partido Demócrata.
La legisladora de Dakota del Norte, LaurieBeth Hager esperaba un momento nostálgico, pero consideró la decisión como el paso necesario “para mirar al futuro”, le dijo a la agencia AFP.
En coincidencia con la apertura de la convención demócrata, congresistas republicanos presentaron un procedimiento formal para destituir a Biden, pese a que prácticamente carece de posibilidades de prosperar.
Tres comités de la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen mayoría, acusan a Biden de corrupción por negocios de su hijo Hunter en el extranjero. Jim Jordan, jefe del comité judicial, sostiene que la investigación probará que Biden “abusó de su cargo público para el beneficio financiero de la familia Biden y de sus socios”. Expertos destacan que el informe no aporta pruebas de que Biden utilizara su cargo para beneficiar a su hijo o participara en los negocios de Hunter.
Puntapié inicial
Se había anunciado que Harris se uniría en el escenario a Biden, en lo que promete ser un momento de emociones, que dará el puntapié inicial a la fiesta con la que los demócratas aspiran a capitalizar la efervescencia en torno a la vicepresidenta.
La nominación corona uno de los meses más agitados de la política estadounidense, en el que Harris emergió con energía, luego de que Biden, acosado por críticas a su avanzada edad, decidiera poner fin a su aspiración de un segundo mandato.
Cambio de energía
Harris, de 59 años, ha revitalizado al partido demócrata, cuando muchos comenzaban a resignarse a un escenario de derrota tras la desastrosa participación de Biden en el debate presidencial de junio frente a Trump. La más reciente encuesta de The Washington Post/ABC/Ipsos divulgada el domingo la muestra con una muy estrecha ventaja sobre Trump, una recuperación significativa considerando que, hace un mes, Biden estaba empatado con el magnate republicano y perdiendo espacios en estados cruciales como Arizona o Nevada.
Harris parece consciente de que faltan casi 80 días para la elección del 5 de noviembre y no cae en triunfalismos. “No nos veo como favoritos en absoluto”, dijo a los medios en Pensilvania, durante una gira electoral en colectivo junto Walz.
Su momento de gloria incomoda a los republicanos. Trump, de 78 años, tuvo que alterar su estrategia tras la salida de Biden.
El magnate divulgó una apretada agenda en estados decisivos esta semana, como Pensilvania, donde fue blanco de un intento de asesinato en julio, Carolina del Norte y Arizona, donde visitará la frontera con México.
Despliegue de estrellas
El encuentro fue en el United Center, emblemática casa de los Chicago Bulls, para recibir a las decenas de miles de demócratas que se dan cita para aplaudir a su abanderada. Pesos pesados demócratas desembarcaron en la ciudad a la orilla del lago Michigan para apoyarla.
El carismático ex presidente Barack Obama y su esposa Michelle tienen previsto dar sus discursos hoy, en tanto que Hillary Clinton se presentó ayer.
Walz tomará el micrófono mañana para oficializar su designación como aspirante a la vicepresidencia. Harris cerrará la reunión el jueves, cuando debe aceptar la nominación.
Las especulaciones sobre la participación de figuras como Beyoncé o Taylor Swift aumentan la expectativa en torno al evento que será una plataforma para Harris en su desafío por conquistar a un electorado que no está necesariamente muy familiarizado con ella.