No estamos considerando la gravedad que tiene el problema de la polución de aire a raíz de las quemas de caña, de pasto y de basura. Así lo expresó Francisco de Rosa, presidente de la ONG Meta Tucumán, en una entrevista con LA GACETA Play. El abogado analizó la situación de la provincia después de que se conocieron los resultados de un monitoreo de la calidad de aire, el cual reveló que los valores de partículas contaminantes duplican lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el profesional, si seguimos sin resolver este problema, en poco tiempo los tucumanos viviremos menos años que nuestros vecinos santiagueños y salteños. “Tenemos menor calidad de vida y eso significa menor expectativa de vida. Si nosotros seguimos contaminando los ríos, si seguimos prendiéndo fuego, con un cerro que retiene la contaminación, estaremos cada vez peor”, remarcó.
Según dijo, la gran mayoría de las personas con las que se encuentra está congesionada en la actualidad. Durante tres meses, en nuestra provincia, el aire es irrespirable y nos enferma, puntualizó.
“Vivimos muy mal, y colectivamente parece que nos tapamos los ojos y decimos: ‘bueno, sigamos viviendo mal’. Queremos que las cosas mejoren, que haya cambios. La verdad es que necesitamos un plan de transformación cultural”, insistió.
Luego, apuntó que es necesario analizar quiénes hacen quemas hoy y por qué lo hacen. “Nosotros creemos que es un comportamiento sociológico, de hábitos. La cultura es eso, son hábitos repetidos a lo largo de muchas generaciones que se vienen sucediendo y van construyendo la identidad de una comunidad. En el caso de Tucumán, la quema de caña, al igual que tirar basura, es un hábito repetitivo. Tiene que ver con un montón de cosas, es multicausal. Primero, no hay educación, y no hay control, no hay sanción. Muchos cañeros minifundistas creen que prendiéndole fuego a la caña mejoran la cosecha. Eso ya está demostrado que no es así. Los latifundistas ya no lo hacen de esa manera, pero los minifundistas siguen en esa creencia. No hay educación por parte del Estado”, expresó.
El presidente de Meta Tucumán también criticó que el Estado prende fuego las malezas en la banquina de las rutas, lo cual genera polución ambiental. “No hace falta tener ningún estudio técnico, basta con mirar que alguien prendió fuego en la banquina para cortar el pasto. Es decir, o la comuna le prendió fuego o Vialidad. Y si uno se pone a hablar con la gente de Vialidad, reconocen que lo hacen porque no tienen nafta para cortar el césped. Entonces, tenemos que empezar por el propio Estado. Tiene que salir a educar, a controlar”, indicó.
Luego cuestionó: “ hay solo cinco fiscalizadores en la Secretaría de Medio Ambiente para controlar 265.000 hectáreas de caña. Y esos mismos funcionarios son los que tienen que encargarse de fiscalizar que los ingenios cumplan la ley de no recibir caña quemada. También que tienen que ir a la citrícolas, etcétera. Entonces, no hay control ni sanción”.
Finalmente se refirió a una reciente multa contra un empresario por una quema de caña ocurrida hace siete años. El cañero deberá pagar una sanción de $ 135.000, lo cual, según De Rosa, es lo mismo que nada.
“Hay cosas que merecen cárcel, sobre todo los que generan un problema de salud pública a la comunidad”, concluyó.
Investigación
El monitoreo de la calidad en Tucumán ha mostrado niveles preocupantes de contaminación en algunas zonas de Tucumán, como Villa Carmela y Bella Vista, donde las concentraciones de material particulado han superado los 30 microgramos por metro cúbico, un valor que duplica la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 15 microgramos por metro cúbico.
Así quedó expuesto en las mediciones que están realizando investigadores del Conicet, en conjunto con la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). El proyecto está liderado por el Laboratorio de Estudios Atmosféricos (LEA), en colaboración con el Instituto de Química Inorgánica (INQUINOA).
Se colocaron 19 sensores en toda la provincia para estudiar los efectos de la quema de caña y la sequía sobre la atmósfera local. Con estos aparatos se evalúa el material particulado, uno de los principales contaminantes atmosféricos, compuesto por una mezcla de polvo, humo y otras partículas.
En épocas de sequía, estas partículas se elevan considerablemente como consecuencia de la quema de cañaverales, de basura y de césped, que se repiten en la provincia y que crean una situación por momentos insostenible. La semana pasada, los bomberos del sur tucumano trabajaron sin descanso: tuvieron que sofocar en promedio cinco incendios diarios y más de 40 a la semana, cifra que supera a la de otros años.
Nueva ordenanza: crearán un programa de mejora de la calidad de aire en San Miguel de Tucumán
La Municipalidad capitalina tendrá que diagramar un plan para estudiar y determinar la calidad del aire que respiran los vecinos. Además, deberá tomar medidas para disminuir la polución. Así lo define una ordenanza que se aprobó en la última sesión del Concejo Deliberante. El proyecto prevé la creación del Programa de Mejora de la Calidad del Aire de la Ciudad. Según esta iniciativa, se deberá realizar el monitoreo y la evaluación continua de gases de efecto invernadero, material particulado y otros contaminantes, determinar las fuentes, sus características y si existe un aporte externo a la ciudad que esté causando algún perjuicio.
De acuerdo con el proyecto, que elaboraron los concejales José María Canelada y Gustavo Cobos, habrá una autoridad de aplicación para sancionar a los responsables de la contaminación y exigirles la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.
Luego de realizada las primeras mediciones, se hará un informe con recomendaciones a la autoridad competente en materia de tránsito a fin de que evalué las acciones de reordenamiento vehicular en zonas donde las mediciones arrojaren resultados riesgosos para la salud humana. También se prevé la implementación de un sistema de alarma temprana para informar a la población sobre las condiciones de contaminantes peligrosos.