La rutina de Juan Manzur desde que dejó la Gobernación el año pasado permanece inalterable. Intercala los fines de semana en su residencia de Yerba Buena con muchas horas en Buenos Aires y algunos viajes a San Juan, donde tiene la mayoría de los emprendimientos comerciales familiares. Con sigilo y en silencio, el senador aprovecha sus días en Tucumán para mantener reuniones con unos pocos dirigentes del peronismo, entre los que se destacan los legisladores Christian Rodríguez y Gerónimo Vargas Aignasse. O los visita en sus casas o bien los invita a la suya. A esa lista se sumó con frecuencia el también parlamentario José Orellana.
Precisamente, el “Mellizo” lo recibió en la tarde del sábado –otra costumbre adoptada por Manzur- junto a su esposa, la senadora Sandra Mendoza. Por lo general, las charlas giran en torno a la situación política nacional, al rol de Osvaldo Jaldo y a su relación con Javier Milei, y al rearmado del peronismo en el país. En todos los casos, el ex gobernador se muestra preocupado por el impacto de las políticas libertarias y a la vez se refiere con prudencia al actual mandatario provincial. Ninguno de sus interlocutores habituales dice haberle escuchado proferir a Jaldo algún agravio, más allá de aclarar que el tranqueño tomó el camino equivocado. No obstante, quienes conversaron con él en los últimos días coinciden en que bajó una línea clara respecto de la reforma electoral e institucional que anunció Jaldo: “Hay que apoyarlo”.
Al margen de esa visita a Famaillá, Manzur se hizo un lugar el sábado para acompañar a los hermanos Pablo y Gabriel Yedlin, sus amigos de la época universitaria, en el velatorio de su padre. En paralelo, el nombre de Manzur se escuchó a fines de la semana pasada en un salón del microcentro porteño. Al mediodía del viernes, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner almorzó con un grupo de dirigentes sindicales ligados a la Corriente Federal de Trabajadores. Se trata de un espacio en el que se apoya el kirchnerismo, y en el que confluyen diferentes gremios privados y públicos. En sus redes sociales, la CFT se presenta como el “Núcleo del Movimiento de Trabajadores Argentinos, la Corriente Político Sindical y la Asociación Bancaria”.
Durante la comida, la referente del Instituto Patria hizo un análisis de la situación nacional y de la gestión de Milei. También se abordó el escándalo que sacude a Alberto Fernández, y Cristina habría pedido a los presentes que “dejen de hablar de los temas que impone el Gobierno”. Es decir, salir del enredo de los cuestionamientos puntuales al peronismo por la gestión del ex presidente y la denuncia por violencia de género. Allí, precisamente, la ex vicepresidenta comenzó a referirse a Manzur. Según relataron algunos de los comensales, recordó que parte del gabinete de Alberto Fernández se encargó de boicotear el trabajo del tucumano como jefe de Gabinete. Cabe recordar que fue Cristina quien propuso públicamente a Manzur para ese cargo. “Le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del Gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete", escribió en una carta pública en septiembre de 2021. Un mes después, el mandatario pidió licencia en Tucumán y viajó a Buenos Aires para asumir el cargo en la Casa Rosada.
Lejos de quedar allí la mención a Manzur, Cristina habría aprovechado la ocasión para referirse a la tregua que, entiende, necesita el Partido Justicialista para superar este cuadro de acefalía. El PJ, primero con la licencia de Alberto Fernández y luego con su renuncia a la presidencia, se embarcó en un proceso de renovación de autoridades que finalizará el 17 de noviembre y el cronograma electoral comenzará el 23 de septiembre, con la exhibición del padrón de votantes. El tucumano fue miembro del consejo nacional partidario y en su entorno aseguran que tiene intenciones de conducir la etapa de transición. En ese lote aparecen otros caudillos provinciales, como el riojano Ricardo Quintela y el bonaerense Áxel Kicillof, entre otros.
¿Qué rol ocupará Cristina? Nadie imagina que vaya a pretender presidir el PJ, pero sí coinciden todos en que su postura será determinante para definir al sucesor del Alberto. Por eso cobran dimensión sus elogios al tucumano Manzur en el almuerzo con los gremialistas. Aún más, quienes la escucharon aseveran que mencionó a su ex ministro de Salud como la figura que podría reunificar al peronismo.
La relación entre ambos pasó por diferentes momentos, pero siempre Cristina se encargó públicamente de ensalzar a Manzur. El tucumano, en 2017, llegó a decir en televisión que la ex presidenta había cumplido su ciclo político. Pero la ex jefa de Estado, en aquella carta famosa de 2021, dio por superadas esas diferencias: "Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009", afirmó, antes de catapultarlo a la Jefatura de Gabinete de Alberto Fernández.
El último gesto de Cristina fue la inclusión de Manzur en la fórmula kirchnerista para las Primarias de Unión por la Patria del año pasado. Antes de que se acordara el binomio de Sergio Massa-Agustín Rossi para evitar la interna, el Instituto Patria había impulsado a Eduardo “Wado” de Pedro-Manzur. Menos de un año después, el nombre de Manzur vuelve a salir de la propia Cristina. Como una suerte de “comodín” al que la ex presidenta apela cada tanto.