Ante la ofensiva ucraniana, Rusia evacuará cinco aldeas cercanas a la frontera

Ante la ofensiva ucraniana, Rusia evacuará cinco aldeas cercanas a la frontera

Las tropas de Kiev avanzan sobre la región de Kursk.

RETIRADA. Las calles de la ciudad rusa de Sudzha, en la región de Kursk, ahora están controladas por Ucrania, dos años después de inicio de la guerra. RETIRADA. Las calles de la ciudad rusa de Sudzha, en la región de Kursk, ahora están controladas por Ucrania, dos años después de inicio de la guerra.
17 Agosto 2024

MOSCÚ, Rusia.- Las autoridades rusas anunciaron que evacuarán cinco pueblos próximos a la frontera con Ucrania en la región de Bélgorod, vecina a la de Kursk, donde las tropas ucranianas realizan una sorpresiva incursión desde hace 10 días.

“A partir del 19 de agosto, bloquearemos el acceso a cinco localidades, evacuaremos a los residentes y ayudaremos a transportar sus pertenencias”, indicó el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Glédkov. Precisó que también se bloqueará “temporalmente” el acceso a otra aldea.

El ejército ucraniano aseguró el viernes que sigue avanzando en la región rusa de Kursk, 10 días después del inicio de una incursión que tomó por sorpresa a Moscú. “Las tropas del grupo de ataque (en la región de Kursk) siguen combatiendo y en algunas zonas han avanzado de uno a tres kilómetros”, afirmó el comandante del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, durante una reunión con el presidente Volodimir Zelenski.

Ucrania afirmó que uno de los objetivos de su ofensiva terrestre en la región rusa de Kursk es forzar a Moscú a entablar negociaciones “justas” para poner fin a casi dos años y medio de guerra.

Las tropas ucranianas lanzaron el 6 de agosto un ataque en esa zona fronteriza, en la mayor incursión de un ejército extranjero en suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial.

Tras 10 días de avances, Kiev afirma que controla 1.150 km2 y 82 localidades rusas, entre ellas Sudzha, a 10 km de la frontera y punto clave para el envío de gas a países de la Unión Europea a través de Ucrania.

La operación llevó a territorio ruso la guerra que se inició en febrero de 2022, cuando Rusia invadió Ucrania, apoderándose de vastas regiones del este y del sur de la ex república soviética.

Ucrania expuso varias razones para justificar su asalto, entre ellas obligar a Moscú a retirar tropas de otras partes de la línea del frente o crear una “zona de amortiguamiento” para protegerse de los bombardeos desde territorio ruso.

Pero cada vez está más claro que Kiev también pretende utilizar los territorios rusos tomados como moneda de cambio en posibles negociaciones con el Kremlin. “La herramienta militar es usada objetivamente para persuadir a Rusia de entrar en un proceso de negociaciones justas”, afirmó Mijaílo Podoliak, consejero del presidente Volodimir Zelenski, en la red social X.

Aunque reiteró que Ucrania no tiene intención de ocupar parte del territorio ruso, Podoliak señaló que, en caso de que se den esas negociaciones, había que encontrar la manera de que Rusia participe.

Un diplomático ucraniano ya había instado el martes a Rusia a aceptar “una paz justa”, bajo las condiciones de Ucrania.

Exigencias

Las negociaciones están estancadas desde el inicio del conflicto, debido a exigencias difícilmente conciliables.

Zelenski quiere elaborar un plan antes de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, su principal aliado, que sirva de base para una futura cumbre de paz.

El mandatario repite que la paz solo es posible si el ejército ruso se retira completamente del territorio ucraniano, incluida la península de Crimea que Rusia se anexionó en 2014.

Su homólogo ruso, Vladimir Putin, condiciona las negociaciones a que Ucrania ceda los territorios ocupados por las tropas de Moscú y renuncie a ingresar en la Alianza Atlántica (OTAN), algo inaceptable para Ucrania y aliados occidentales.

“Hemos dejado todo”

Al menos a 12 civiles murieron y 121 resultaron heridos en los primeros días de la ofensiva ucraniana, según las autoridades rusas, que no actualizan el balance desde el lunes.

En la ciudad de Kursk, alejada de los combates, decenas de personas se hacinaban el jueves en un centro de alojamiento temporal tras haber abandonado apresuradamente sus hogares.

“No sabemos qué hacer. Lloramos día y noche”, declaró Zinaida Tarasiuk, una jubilada de 70 años. “Lo hemos dejado todo atrás”.

Las evacuaciones, con medios propios o con ayuda de las autoridades, se producen mientras continúan los combates en la región. Un bombardeo ruso mató a dos trabajadores humanitarios rusos que participaban en una evacuación, según su organización.

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