¿Cuándo la sensación de hormigueo debería preocuparnos?

¿Cuándo la sensación de hormigueo debería preocuparnos?

Existen momentos donde esta experiencia puede ser signo de una enfermedad subyacente.

¿Por qué se producen los hormigueos en el cuerpo? ¿Por qué se producen los hormigueos en el cuerpo?
17 Agosto 2024

Es común en algún momento de la vida haber experimentado hormigueo en alguna extremidad del cuerpo. Esa sensación incómoda similar a una picazón es conocida por muchos y por lo general no indica más gravedad que una falta de sensibilidad momentánea pero ¿en qué momento esta experiencia requiere de una mayor atención?

El hormigueo es una sensación anormal que puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Esta recibe aquel nombre ya que la experiencia es similar al caminar de cientos de hormigas por el cuerpo, o de una cierta picazón. Esta suele producirse en extremidades como las manos, los dedos, los pies, los brazos o las piernas y por lo general se trata de una momentánea pérdida de sensibilidad.

¿Por qué se produce el hormigueo en las extremidades del cuerpo?

El entumecimiento, el hormigueo o el adormecimiento forman parte de un conjunto de sensaciones anormales llamadas parestesia y se deben normalmente a una función nerviosa anormal. Cuando estas experiencias son intermitentes y temporales, rara vez son signo de preocupación y en muchas ocasiones suelen deberse al sostenimiento de la misma posición, ya sea sentado o parado por un tiempo prolongado.

La causa en estos casos es simplemente la presión sobre uno o más nervios que viajan hacia las manos o los pies y puede aliviarse con el cambio de postura que reduce esa sensación de pinchazos. Allí se produce una reanudación de la comunicación entre los nervios y la columna vertebral.

Neuropatía periférica, cuando los hormigueos no son normales. Neuropatía periférica, cuando los hormigueos no son normales.

¿Cuándo el hormigueo es signo de una enfermedad subyacente?

Pero existen momentos donde el hormigueo puede significar una afección más grave. Cuando estas sensaciones se vuelven sostenidas en el tiempo y a la vez producen dolor, es cuando debemos prestar mayor atención, ya que pueden resultar en signos de un padecimiento subyacente, como es el caso de la neuropatía periférica. Esta afección suele ser el resultado de lesiones traumáticas, infecciones, problemas metabólicos, causas hereditarias, exposición a toxinas o diabetes.

La neuropatía periférica, según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), es la inflamación de varios nervios periféricos a la vez. Su inicio suele ser paulatino, comenzando con el entumecimiento, hormigueo o cosquilleo en los pies o las manos y que puede extenderse hacia arriba hasta las piernas y los brazos. 

La diferencia entre un hormigueo ocasional y la neuropatía periférica se encuentra en que estos síntomas llevan a experimentar dolor al realizar ciertas acciones que no deberían causarlo, como colocarse una manta al dormir. En otras ocasiones se produce la  falta de coordinación y caídas, junto con debilidad muscular y sensación de estar usando guantes o medias cuando no es así.

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