Todos en algún momento encontramos a alguien que disfruta de decir mentiras, o incluso nosotros mismos hemos dicho una “mentira piadosa” para escapar de alguna situación incómoda.
Sin embargo, hay personas que son mitómanas, es decir, adictas a la mentira, y que constantemente inventan historias y rara vez dicen la verdad. Para detectar a un mentiroso, la psicología ofrece cinco señales clave que pueden ayudarte a identificarlo.
Cinco señales para identificar a un mentiroso
1. Movimientos extraños con las extremidades
Una de las primeras señales que sugieren que alguien está mintiendo es el movimiento exagerado de sus extremidades, especialmente los brazos. Las personas que mienten tienden a mover mucho los brazos como una forma inconsciente de desviar la atención o calmar su nerviosismo. También es común que crucen los brazos, lo que puede indicar miedo a ser descubiertos.
2. Evitan las preguntas directas y simplifican las historias
Los mentirosos suelen esquivar preguntas directas y prefieren mantener sus historias lo más simples posible. Esto les permite controlar mejor la narrativa y evitar ser atrapados en contradicciones. Además, son hábiles para planificar sus respuestas rápidamente, adaptándolas según sea necesario para mantener su mentira.
3. Mantienen un orden cronológico perfecto
Otra señal a la que debes prestar atención es la estructura de sus relatos. Las personas que mienten a menudo cuentan sus historias de manera cronológica y sin vacilaciones. Esto contrasta con aquellos que dicen la verdad, quienes pueden relatar su historia de manera más desordenada y menos estructurada, ya que no sienten la necesidad de controlar cada detalle.
4. Se alejan físicamente durante la conversación
Los mentirosos tienden a distanciarse físicamente de la persona con la que están hablando. Este alejamiento puede ser sutil, como dar un paso hacia atrás, o más evidente, como crear barreras físicas entre ellos y su interlocutor. Este comportamiento es una forma de protección, evitando el contacto y la cercanía que podría aumentar la tensión o el riesgo de ser descubiertos.
5. Son interrogadores inteligentes
Finalmente, los mentirosos suelen ser buenos interrogadores. Cuando sospechan que están siendo cuestionados o que su mentira podría ser descubierta, intentan desviar la atención haciendo preguntas ellos mismos. Este comportamiento busca eliminar cualquier elemento que pueda parecer falso, manteniendo el control de la situación.