La nueva inteligencia artificial de Elon Musk corre los límites de la generación de imágenes
Desde Taylor Swift en ropa interior hasta Donald Trump y Kamala Harris en una escena de boxeo: la herramienta Grok generó polémica en X por las posibles implicancias legales de los archivos creados con su intervención.
Elon Musk lanzó su modelo de inteligencia artificial (IA) llamado Grok en marzo de este año: en ese momento se trataba de una versión que competía con Chat GPT. Pero, hace dos días, Musk presentó una nueva actualización: ahora Grok puede generar imágenes, aunque está disponible sólo para los miembros pagos de X (ex Twitter). Las imágenes explícitas creadas por los usuarios no tardaron en aparecer, desde Donald Trump vestido de nazi a celebridades sexualizadas como Taylor Swift en lencería. Las creaciones generaron una polémica grande en la plataforma.
Es que IA como DALL-E o Midjourney se niegan a complacer ciertos pedidos de sus usuarios por salirse de sus guías éticas y legales, Grok acepta todo. Lo diferente de la propuesta de Elon a cualquier otra IA disponible en el mercado es que no cuenta con tantas regulaciones sobre qué imágenes cruzan la línea de lo lícito.
Grok puede ser usado por cualquiera que pague la subscripción premium de X, que cuesta U$S 16. Las voces críticas alertan sobre el posible impacto de esta tecnología sobre el incremento de la desinformación en la plataforma.
Es que rápidamente se divulgaron imágenes cuestionables desde Taylor Swift semidesnuda hasta un Pato Donald consumidor de drogas. Ciertas ilustraciones muestran a Donald Trump mientras vuela un avión contra los edificios del World Trade Center y a un Mickey Mouse que saluda a Adolf Hitler.
El tuit del dueño
Elon Musk está por su parte exultante con su IA. En su cuenta oficial tuiteó: “¡Grok es la inteligencia artificial más divertida del mundo!”.
Consecuencias legales y regulatorias
La falta de restricciones en Grok no ha pasado inadvertida para las autoridades. La Comisión Europea ya está investigando a X por una posible violación de la Ley de Servicios Digitales, y en los Estados Unidos, se están discutiendo propuestas para regular la creación de deepfakes sexuales y la desinformación generada por IA. Mientras tanto, Musk avanza con su bandera de ir más allá de cualquier barrera tecnológica y regulatoria, y, si se puede, de derribarla por completo.
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