La crisis ambiental en el sur de Tucumán continúa agravándose a medida que la contaminación del aire alcanza niveles alarmantes, afectando gravemente la salud y la calidad de vida de los residentes en las comunidades de Aguilares y Villa La Trinidad.
La quema de cañaverales sumada a la emisión de hollín por parte de algunos ingenios azucareros han creado una situación insostenible, debido a que el aire se ha vuelto irrespirable. En consecuencia, la salud de la población está en riesgo.
Vecinos en pie de lucha
Los vecinos de las localidades mencionadas han expresado su profunda indignación por la situación que viven diariamente.
Adriana Díaz, residente cercana al ingenio Aguilares, describió la realidad con una claridad desgarradora: “La nube de humo es casi constante en nuestra ciudad y, para colmo, el hollín de la fábrica azucarera inunda las calles, el patio y los techos de nuestras casas. Aquí solo se puede salir con gafas y barbijo para evitar lesiones en los ojos y aspirar todo lo contaminante que hay en la atmósfera”.
La preocupación es compartida por muchos residentes que denuncian la inacción de las autoridades municipales, a quienes acusan de no tomar las medidas necesarias para proteger la salud pública.
“Los reclamos al municipio han sido incesantes, pero esta institución encargada de velar por la salud y el bienestar de la gente no hace nada. Al menos, es lo que está a la vista”, añadió Díaz.
Otro vecino, Ángel Gómez, apuntó directamente a la falta de control y de sanciones como la principal razón de la crisis actual. “Sin control ni sanciones, los responsables de la situación que padecemos actúan con total impunidad”, destacó. Sus palabras reflejan el sentimiento de abandono que predomina entre los habitantes de estas comunidades, que sienten que sus reclamos no están siendo escuchados y que sus derechos están siendo vulnerados.
Situación crítica
Villa La Trinidad enfrenta una situación similar. Desde hace días, sus habitantes soportan la polución generada por las quemas de cañaverales en fincas cercanas y la “lluvia negra” proveniente del ingenio local.
En Concepción, la situación no es mejor. El alto nivel de contaminación ha obligado a muchos deportistas a suspender sus entrenamientos al aire libre.
Sergio Pinto, un vecino, describió la gravedad del problema: “No se puede respirar por la nube de humo, tierra y hollín que se instaló en la ciudad. Es muy perjudicial para la salud salir en estas condiciones ambientales”.
Ante esta situación, el intendente de Concepción, Alejandro Molinuevo, aseguró que el municipio ha planteado la crisis ambiental a la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia (SEMA). “Vamos a colaborar en todas las acciones tendientes a mejorar la situación que se está dando y adoptaremos las sanciones correspondientes en casos necesarios”, afirmó Molinuevo, y enfatizó en la necesidad de verificar el funcionamiento de los filtros de las calderas en los ingenios y evitar la quema de cañaverales y pastizales.
Ambientalistas
El titular de la organización ambientalista Ave Fénix, Gustavo Mahmud, también denunció la falta de acción por parte de la SEMA.
Según Mahmud, a pesar de los reclamos y pedidos de inspección en las fábricas azucareras que emiten hollín y las quemas de cañaverales, la Secretaría no ha dado respuesta a ninguno de los planteos.
“Estamos en la defensa del lugar en donde uno vive. Representamos a vecinos con los que nos hemos reunido: madres, ancianos y niños enfermos, cansados de esperar respuestas del Estado. La única respuesta que conseguimos de la SEMA es el silencio. Por eso vamos a ir a San Miguel de Tucumán y, como otros años, dejaremos bolsas con hollín”, adelantó Mahmud.
Además, enfatizó que la falta de inspección y actas refleja que no se está haciendo el trabajo de control necesario, mientras que la población sigue sufriendo las consecuencias de la contaminación.
Alto riesgo de incendios
La crisis ambiental no muestra signos de disminuir. Ayer, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego declaró a Tucumán en riesgo extremo de incendios.
Juan Fernández de Ullivarri, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), advirtió a LG Play que este año podría haber más quemas de cañaverales debido a las condiciones climáticas adversas, agravadas por las heladas recientes.
“Los efectos de las heladas en las plantaciones no tienen nada que ver con las quemas. Cuando hay heladas, los rendimientos comienzan a caer, lo que significa que al cañero no le conviene quemar por una cuestión económica y productiva”, explicó.
Sin embargo, el especialista subrayó que, una vez que el cañaveral ha sido afectado por la helada, su nivel de combustibilidad aumenta considerablemente, convirtiendo cualquier foco de fuego en un potencial gran incendio. La situación en el sur de Tucumán es un claro ejemplo de la necesidad urgente de una intervención estatal efectiva que proteja a las comunidades de los efectos devastadores de la contaminación ambiental y los incendios. Sin controles adecuados, las poblaciones locales seguirán enfrentando un riesgo inaceptable para su salud y bienestar.