Cuando los recuerdos se apagan en una persona, el corazón de los que lo aman se rompe pero el cuerpo se mantiene entero para cuidarlo. El Mal de Alzheimer es el tipo más común de demencia que existe en la actualidad y se produce cuando el cerebro ya no funciona correctamente. Su diagnóstico cambia la vida no tan sólo de la persona con la enfermedad, sino también la de su familia y amigos, aunque hoy existen información y apoyo al respecto que pueden ser aliadas ante la enfermedad.
“Los cambios iniciales que deben esperar los familiares al recibir el diagnóstico en un ser querido son errores no frecuentes, confusión al organizar sus actividades diarias, pérdida de objetos importantes y olvidos que produzcan consecuencias graves”, expresó al respecto la neuróloga responsable de la unidad de Neurología del hospital Avellaneda, Daniela Grací.
“Por ello, el hogar debe ser un lugar seguro para el paciente con el objetivo de prevenir caídas. Tampoco se recomienda que permanezcan solos y es necesario que sean estimulados para no perder funcionalidad y que forme parte de la mesa familiar aunque su participación sea poca”, aconsejó la especialista.
Así, para estar preparados, los seres queridos pueden informarse y educarse sobre el alzheimer, asistiendo a la consulta médica a acompañar a su familia. “Recomiendo que siempre sea una persona distinta para que puedan todos hablar con el médico y recibir cada uno los conocimientos necesarios”.
Enfermedad progresiva
Como mencionó la doctora Grací, con la enfermedad diagnosticada la información es saber qué hacer en cada etapa, lo que puede allanar el camino. Por eso el neurólogo Federico Nahas, dio algunas claves, etapa por etapa.
• Etapa temprana: deterioro cognitivo leve.
Se refiere a aquellos casos con un deterioro cognitivo sin compromiso funcional. “Se relaciona a los pacientes en estadios de deterioro cognitivo leve. Hay que tratar de que el paciente tenga dónde recurrir a recuperar la información que pierde”, explicó.
“Por ejemplo se pueden dejar anotadores en lugares clave donde el paciente sepa que si algo no se acuerda, tiene dónde registrarlo. O dejar en aquellos lugares donde más se mueve en la casa, una pizarra con las tareas que tiene que hacer en el día”, recomendó.
“De esta manera, una vez que las hace, las marca y ya se acuerda si las hizo o no”, sentenció.
• Demencia leve: empieza a aparecer una limitación funcional.
En esta etapa, la persona diagnosticada con alzheimer tiende a perder cosas con frecuencia, olvidar asistir a actividades o citas importantes y tener más dificultad para expresar palabras que otras personas de la misma edad.
“A las primeras recomendaciones ya mencionadas hay que acentuarlas un poco más. Esto puede realizarse con etiquetas de tareas para recordar a los pacientes lo que deben hacer”, comentó Nahas.
“Se puede escribir en un papel: limpiar determinada parte de la casa o hacer algunas cuestiones que tengan que ver con la organización del hogar”, refirió el neurólogo. La misma práctica puede usarse para recordar reuniones o compromisos médicos.
• Demencia moderada: más olvidos menos independencia.
“En este momento, el paciente padece muchos más olvidos y el nivel de independencia decayó al igual que su desempeño cognitivo”, manifestó Nahas.
“En estos casos, cualquier golpe o tropiezo puede representar una complicación para la evolución del cuadro, porque si el paciente se cae y se fractura, pasa al nivel de postración que hace que la situación se complique más rápido”, indicó.
“Hay que tener en cuenta que lo que mantiene al paciente activo hace que la evolución de la enfermedad demore o se extienda. Entonces, sus familiares tienen que procurar que su entorno sea iluminado, sobre todo en los horarios vespertinos, cuando baja la luz en el día. También hay que tratar de mantener los espacios ordenados, que no haya sobreestimulación de objetos en el lugar en donde se mueve el paciente”, aseveró.
•Demencia severa: últimas etapas.
Presentan dificultades en muchas áreas de la función mental como el comportamiento emocional o la personalidad, el lenguaje, la memoria, la percepción, y el pensamiento y juicio.
“Para esta etapa el paciente suele estar postrado, desconoce a sus familiares y debe ser cuidado como un niño, porque así se comporta”, expresó Nahas.
Y destacó: “En las últimas etapas es fundamental cómo se le habla a ese ser querido”.
“Los pacientes grandes escuchan poco, por lo que se recomienda hablarles de forma lenta, con un tono de voz a veces un poquito alto, porque eso ayuda mucho a que ellos comprendan mejor lo que tiene que entender”, refirió el profesional médico.
“Esto debe mencionarse porque, si el enfermo además tiene problemas auditivos y los familiares no se dan cuenta o los minimizan, eso se relaciona directamente con el empeoramiento del cuadro clínico”, culminó.
Más información
En Tucumán, Fundación León será anfitriona de un Congreso Internacional de Alzheimer y Demencias, que se desarrollará hoy y mañana. El evento reunirá a médicos, científicos, profesionales de la salud y familiares y cuidadores de personas con demencias, y se desarrollará en el hotel Sheraton, en el marco XVI Encuentro de la Red de Alzheimer y Demencias de Argentina (Rada).
El encuentro incluirá diferentes actividades, algunas reservadas para las asociaciones miembros de la Rada y otras para el público en general (de manera libre y gratuita). El público interesado en acudir al congreso debe inscribirse previamente.