Investigan a una banda que habría estafado a una empresa de bebidas presentando comprobantes apócrifos durante un año, causándole un perjuicio económico de aproximadamente $400 millones. El caso comenzó a investigarse la semana pasada luego de que el gerente de una empresa distribuidora de bebidas con y sin alcohol se acercara a la Unidad Fiscal de Delitos contra la Propiedad del Centro Judicial Monteros a denunciar que habían sufrido un gran perjuicio económico por parte de una clienta que durante meses le había enviado comprobantes truchos de transferencias a cambio de mercadería.
Según explicó el jefe de la Brigada de Investigaciones Oeste, Pablo Herrera, la mujer que habría orquestado la estafa era cliente regular de la distribuidora desde hace tres años aproximadamente y realizaba las compras a través de una aplicación propia de la empresa.
Cuando los empleados de la distribuidora le llevaban la mercadería, la mujer acostumbraba a darles un monto mínimo en efectivo, el resto hacía una transferencia y le compartía el comprobante a través de WhatsApp. En la revisión que realizó la empresa luego de que se encendieran las alarmas por las estafas detectaron que había irregularidades desde hace un año, por lo menos y que el daño económico estimado era de alrededor de $400 millones.
Comprobante
Todo salió a la luz a partir de un comprobante mal falsificado. “Una secretaria administrativa detectó que en un comprobante en el lugar donde va el punto que divide los decimales del monto había dos puntos puestos. Mandaron todo esto a Mendoza ya que allí está la casa central y todos los pagos impactan ahí y cuando empezaron a revisar las transacciones que había realizado esta mujer se dieron cuenta que había compras de productos valuados en sumas millonarias cuyas transferencias no superaban los $100.000 en algunos casos”, explicó Herrera.
A raíz de la denuncia presentada en la UFI, el personal de la Brigada de Investigaciones Oeste realizó una serie de averiguaciones y junto a los datos aportados por la empresa damnificada más el análisis de distintos registros fílmicos lograron identificar a los acusados. “La mujer al comienzo tenía un negocio en el cual vendía bebidas, al ahondar un poco más descubrimos que tenía una especie de bar donde comercializaba la bebida de esta empresa; pero una vez que acercamos la información a la Fiscalía determinamos que la mujer vendía los productos por mayor a varios negocios grandes”, indicó el comisario.
El viernes la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos Oeste practicó cinco allanamientos en distintos domicilios de Acheral y secuestró 10 celulares, un comprobante de compra, 252 fardos y 35 cajones de gaseosas, 10 cajas de fernet, 40 fardos de vino y 77 de jugos, bebidas blancas y cervezas, todas ellas valuadas en un monto de alrededor de $5,5 millones.
Según informó Herrera, la mujer habría contado con la ayuda de cuatro personas más, las cuales están siendo investigadas. “Por el momento se encuentran notificados pero en libertad. Estas son causas complejas, la Fiscalía está sumando elementos probatorios y luego determinará qué medidas judiciales va a tomar al respecto”, sostuvo.
El jefe de la Brigada Oeste dijo que este tipo de delitos suelen verse cada vez con más frecuencia debido al aumento de las transacciones virtuales y al poco manejo de dinero en efectivo. Sin embargo, señaló que hasta el momento no habían visto un caso con semejante magnitud. “ Acá estamos hablando de bastante tiempo, más de un año sin detectar una anomalía y una gran suma de dinero en el medio. Es necesario que la gente tome conciencia y que a la hora de recibir dinero y comprobantes esté atenta a la veracidad de los documentos que les envían para así evitar ser víctimas de estas estafas”, dijo.