“No te merecías irte de esta forma. Sólo me consuela que los incontables golpes que te dieron te dejaron de doler. Solo pido tener justicia por vos viejo. Te amo mucho Pa”... Esas fueron las palabras que utilizó Alejandro Durando (h) para despedir a su padre que falleció después de haber agonizado durante casi 10 días. El hombre nunca pudo recuperarse de la feroz golpiza que recibió en un robo registrado en su casa de Villa Carmela.
Alejandro Durando (p), de 67 años, descansaba el viernes 2 de agosto, en su casa del barrio San José de Calasanz de Villa Carmela. Alguien ingresó al inmueble. Al parecer, la víctima se levantó al escuchar ruidos. Fue sorprendido y golpeado salvajemente. Aprovechando que el hombre había quedado inconsciente, el o los ladrones se apoderaron de una tarjeta de débito, $20.000, dos celulares, una cámara digital, dos netbooks, dos camperas y una mochila de cuero negra.
La Policía, al analizar las cámaras de seguridad, identificaron a Gustavo “Hachita” Chávez y lo detuvieron al día siguiente de haber cometido el delito. El auxiliar Fernando Isa, siguiendo las instrucciones del fiscal Diego Hevia, acusó al sospechoso de robo agravado seguido de lesiones graves, pero al fallecer, el fiscal Carlos Sale deberá imputarle el homicidio. Por lo pronto, seguirá cumpliendo la prisión preventiva por 60 días.
Una duda
Sin embargo, los investigadores tratan de determinar si “Hachita” actuó solo o contó con la ayuda de una o más personas. Hasta aquí, todos los indicios indican que Chávez ingresó solo a la vivienda de la víctima.
El acusado, según confiaron fuentes policiales, atacó salvajemente a Durando. Por los informes preliminares, el acusado le habría propinado un golpe que lo hizo caer al suelo. Luego, habría golpeado en varias oportunidades la cabeza contra el suelo. Para los investigadores, habría actuado con semejante violencia porque lo podría haber reconocido.
Alejandro Durando (h) detalló que su padre es un hombre mayor, que tuvo un ataque cardiovascular el año pasado y que sufre insuficiencia cardíaca. “No tenía posibilidad de oponer resistencia ni de defenderse de nadie, mucho menos de alguien de 25 años que mide más de 1.80 metro”, remarcó.
El hijo de la víctima señaló: “Cuando mi hermana volvió a la casa unas horas después se encontró con mi padre sentado en el piso de la habitación, al costado de la cama. Estaba lleno de sangre, con una campera que le pusieron en la cabeza y que calculo que era para asfixiarlo. Lo patearon hasta el hartazgo. En la casa estaba todo revuelto, pero lo que no se entiende es el ensañamiento, porque si mi hermana no volvía lo encontrábamos muerto”, relató el joven que por momentos hacía un gran esfuerzo para evitar que las emociones le afloraran durante la entrevista.
El caso movilizó a Villa Carmela por dos razones. La primera fue por el nivel de violencia. “Es muy grave lo que sucedió. Le pegaron tanto a ese pobre hombre sin razón. Era una persona. El que hizo eso se merece no salir más de la cárcel”, indicó Eduardo Castro. María Esther Migliavaca agregó: “estamos totalmente desprotegidos. En estos barrios hay muchas personas mayores que viven solas. El caso generó una especie de temor porque casi no hay presencia policial”.
También generó malestar entre los vecinos el hecho de que “Hachita” permaneciera libre. “Había un robo en la zona y todos sabíamos que algún tipo de participación tuvo. Desde muy chico tenía problemas y hoy no estamos lamentando por una muerte. Debería haber estado en la cárcel”, explicó Fernando Díaz. Chávez había sido detenido en varias oportunidades por delitos contra la propiedad, pero nunca fue condenado.