Cartas de lectores

Billetes de baja denominación

Quiero hacer de público conocimiento que me sorprendió que un bar ubicado en calle Santiago del Estero no me quiso aceptar un billete de 50 pesos argentinos. Quedé sorprendido porque no hubo ningún comunicado oficial del Banco Central de la República Argentina de que dichos billetes, a pesar de que su valor de compra es nulo, hayan dejado de circular lo mismo que los de denominación $10 y $20, y próximamente me dijeron que de $100. Quiero decirles a esos comerciantes “picarescos” que esos billetes son de curso legal y deben aceptarlos hasta que el Presidente de dicha entidad y el Presidente de la Nación autoricen su anulación y finalmente su destrucción, como pasó con los billete de $ 2 y $ 5, que fueron sacados durante la presidencia de Mauricio Macri. El redondeo se los hacen quedar ellos: ¿por qué, entonces, no redondeamos para arriba también? Siempre el ciudadano queda inmune ante estos atropellos de personas que mienten diciendo que otros no les quieren aceptar. Vayan al banco y cámbienlos por billetes de mayor denominación. Lo mismo veo con eso de dólares de “cara chica “ donde la Reserva Federal de los Estados Unidos dijeron que los billetes de 100 dólares en sus tres denominaciones que hay en circulación tienen el mismo valor y vigencia y que circulan normalmente. La inflación ha destruido la moneda peso en Argentina pero hay normas que deben ser respetadas y que ninguno tiene derecho a tomar decisiones si no son de las autoridades pertinentes. Por lo tanto, los billetes de $10 , $20 , $50, $100 , $200, $500, $1.000, $2.000 y $10.000 deben ser aceptados por todo comercio.

Fernando Esteban Saade

Ruta alternativa en Alderetes

Señora Intendenta de Alderetes –autoridades de Tránsito de la provincia. Les quiero pedir por este medio que busquen una solución para el tránsito a la salida de los barrios Rincón del Este y aledaños y la ruta alternativa. Es casi imposible salir de los barrios; el tránsito continuo de la ruta alternativa hace que al cruzar uno ponga en juego la vida de uno y de los pasajeros que van en el auto o moto; los semáforos que pusieron hace un par de años nunca funcionaron; me pregunto qué esperan para dar una solución, ya que todo el mundo en Alderetes sabe del peligro que se está generando en esos cruces al salir de los barrios. ¿Por qué siempre esperan que pase algo grave para reaccionar y no lo hacen antes? Por favor, señora intendenta, autoridades en general, tomen cartas en el asunto antes de que lamentemos la muerte de alguna persona. La solución es tan fácil como mandar inspectores de tránsito a regular el flujo de los vehículos, o hacer andar algún semáforo. Hago el pedido por este medio ya que por otros no tuvimos ningún resultado favorable.

Mario Guillén

¿Qué hemos ganado?

En este “lunes negro”, cuando vemos que nuestra calificación como deudores ha superado los 1.700 puntos y las acciones de empresas argentinas han caído a niveles inusitados en Wall Street, quisiera preguntar a quien se considere persona inteligente, culta, con sentido crítico y que no se encuentre beneficiado políticamente, si acaso puede responder sinceramente a la pregunta que es título de esta nota. Cumpliendo con estas condiciones, le será fácil reconocer que los que pertenecemos a la extinta clase media y baja, ya llevamos siete meses soportando una inflación que no cesa, provocada por un manejo irresponsable e interesado, de un presidente caracterizado por una conducta de total indiferencia con la justicia social y con los verdaderos intereses argentinos. Este personaje solo se ha dedicado viajar desde que asumió y a destruir el país, perjudicando específicamente a muchas empresas, causando descenso del PBI y un ostensible desempleo. Su proceder responde al pie de la letra, al asesoramiento recibido de una horda depredadora de asesores que siempre estuvieron al servicio del capitalismo financiero internacional. Es por eso que en estos momentos estamos al borde del default, sin que haya en el horizonte una mínima posibilidad de que podamos salir de este infierno en que nos han metido. Vuelvo a preguntar: ¿qué hemos ganado con soportar todos estos dañinos DNU, que han funcionado caprichosamente instalados por un dictador, que hizo caso omiso a la Constitución, contando con la indiferente connivencia de legisladores y gobernadores, que se preocuparon solamente de cuidar los beneficios obtenidos políticamente?

Humberto Hugo D’Andrea

Maniobras

El sainete, armado por el entorno, aisló de la gestión al Presidente. El accionar de Santiago Caputo, contratado como monotributista y Karina Milei, que cumplen el triple papel de autores, directores y apuntadores de la obra, fueron evaluados en dos oportunidades por periodistas del diario “La Nación”. En la primera (“Cuando Milei se aburre”, LA GACETA, 02/08), se identificó a los miembros del grupo. En la segunda, mediante la edición de LA GACETA del 04/08, con el título de “Proyecto golpista contra la Corte Suprema”, el periodista Joaquín Morales Solá aludió a una maniobra del entorno, para sentar como presidente de la máxima judicatura de la Nación al decano de los ministros de la CSJN. La argumentación giró en torno del empeño de Milei por incorporar como vocales al alto tribunal al juez Ariel Lijo y al jurista y catedrático García Mansilla. La propuesta del Presidente fue utilizada para anticipar el voto favorable de los futuros vocales, al próximo presidente del poder judicial mediante la firma de una acordada sin fecha por quienes serían los noveles miembros de la administración judicial de la Nación. No quedó claro si la maniobra fue para agradar a Milei, para mostrar influencia en la justicia, y/o manipular la futura SIDE, sumando poder en los futuros carpetazos, o para desestabilizar al Gobierno nacional, maniobra que Milei no la ve. Interrogante final: ¿los que pedían por herramientas conocen en manos de quiénes está el poder que supuestamente le concedieron al Presidente?

José Emilio Gómez

¡Dibuje, Maestro!

Los memoriosos describen haber visto al Maestro Baigorria con su saco cruzado color negro y un chambergo inclinado sobre el rostro, caminando con puntualidad Kantiana, hacia la escuela Nº 17 “República Oriental del Uruguay”. Lo que no es seguro es que al verlo pudiesen poner en hora sus relojes, como hacían con el genio de Köenisberg, porque Baigorria nunca repetía el mismo camino. Una anécdota de dudosa veracidad dice que un día el maestro, luego del solemne saludo, formó un grupo de tres alumnos, a los que entregó sendas cartulinas blancas y los sentó en un rincón con la consigna de que dibujaran objetos que encontrarían en una cocina ideal, pero sin consultarse, ni copiarse. Luego, llamó al “Colorado” Prieto y le entregó otra cartulina blanca con idéntico fin, permitiendo que otros dos alumnos colaborarán con él, ya sea dibujando o haciéndole sugerencias. El resto debía observar en silencio y tomar notas de la actividad. Cuando desplegó las tres primeras láminas sobre la pizarra y armó la cocina de los que trabajaron individualmente, todos vieron que en el conjunto había tres heladeras, un calefón y un termotanque, dos mesas, siete sillas, tres mesadas con sus respectivas bachas, dos muebles para guardar platos, vasos y utensilios varios, casi todo a lápiz negro, salvo una máquina de coser, que en un rincón de la lámina lucía pintada de marrón (vaya a saber ¿por qué?). En la única lámina coordinada por “el Colorado”, con la cooperación de sus dos compañeros, sobraban colores, y los muebles estaban ordenadamente dispuestos. Había una cocina con horno, una heladera, una mesa y cuatro sillas, muebles para vajilla, mesada y bajomesada, una brillante lámpara con forma de campana y la ventana, con un florido cortinado, también filtraba la luz y dejaba ver en el extremo de la mesada una licuadora y una panera. Terminado el ejercicio, dijo Baigorria, “el último unitario”: _ Ya todos tomaron nota del resultado y pueden elegir su cocina favorita. Les pido, por favor, que mañana traigan por escrito ¿Qué aprendieron con este ejercicio y por qué eligieron una u otra cocina? Al otro día los chicos se desvivían por entregar sus trabajos; ninguno tenía menos de dos páginas y justificaban la elección de una, otra, ambas o ninguna cocina. Además algunos decían “mi mamá o mi abuelo me comentó que a él le parecía…” Baigorria nunca explicó ¿Qué objetivos persiguió con la actividad? Hay tiempos de siembra y tiempos de cosecha, se dijo, convencido de que sus alumnos siempre sabrían reconocer los frutos de esas semillas de sabiduría.

Miguel Ángel Reguera

Campeones de la vida

En Francia apreciamos el esfuerzo sobrehumano, psíquico y físico de los atletas participantes. Impactan hasta el alma, tres casos notorios de superación y triunfos, pese a sus adversidades (rechazos, humillaciones, desprestigios, prohibiciones, etc.). Simone Biles, quien tuvo una dura historia familiar en su infancia y fuera víctima de abusos por parte del médico del equipo, logró cuatro medallas en Brasil 2016. Luego en Tokio 2020, priorizando su salud mental se retiró y fue criticada por J.D. Vance (senador de Ohio) por su “debilidad”. En Francia 2024 y, sobreponiéndose (leer libro “Valor para Volar”) resurgió de las cenizas y ganó tres medallas de oro, agradeciendo a Dios. Novak Djokovic, a sus 37 años (post-operación de rodilla hace dos meses) gana el oro olímpico y demuestra su fe en Dios. Testigo de la guerra en Yugoslavia y de las devastadoras consecuencias en la infancia, ayuda a los niños con 45 centros de educación en Serbia, siendo su modelo y el “mejor hijo de Serbia”. Mantuvo firmes sus valores y convicciones, a tal punto que lo criticaron y aislaron por negarse a vacunarse. Lindon Víctor, considerado uno de los tres mejores atletas del mundo (bronce en el Declatón París 2024) trabajó en una granja en Granada y, a pesar de sus dotes atléticas fue rechazado en más de 20 universidades para obtener una beca. Dijo que creyó en Dios, “dador de talentos atléticos”, asemejando la parábola de los diez talentos de Jesús. Es cierto que los humanos valoramos y aplaudimos el “oro olímpico” pero, jamás debemos olvidar que, más meritorio que el logro de la dichosa medalla fueron sus “triunfos en la vida”, sobreponiéndose a las batallas y vivencias ejemplares, resultando “sus mayores glorias”. Es destacable que, casualmente, nunca perdieron su inimitable fe, tanto en Dios como en ellos mismos, y no tuvieron vergüenza en manifestarlo “públicamente”. Valga nuestro gran homenaje y respeto, no sólo a los atletas, sino también a todos los “héroes anónimos”, que han logrado vencer las “adversidades de la vida” con su fe, voluntad, perseverancia y esfuerzo.a

Marcos A. Machado

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