Una novela del realismo delirante gauchesco

Una novela del realismo delirante gauchesco

estrategias para recuperar a una mujer.

11 Agosto 2024

NOVELA
LA MUJER DEL MALÓN
DANIEL GUEBEL
(Random House - Buenos Aires)

Para emparentar La mujer del malón quizás haya que pensar en La liebre, de César Aira, de 1991, y aquella primera página en la que Juan Manuel de Rosas -“sudoroso, desorbitado”- hace abdominales, en la que el naturalista Clarke, el baqueano Gauna y el joven pintor Álzaga Prior van en busca de la liebre legibreriana, en su tránsito desde las salinas grandes, las tierras de Calfucurá, hasta Sierra de la Ventana, a través de un desierto donde las historias brotan como manantiales naturales.

O quizás en la reciente El parche caliente, alucinación regulada de Fabián Casas, y la avanzada sobre el interior de la Argentina del Siglo XIX, la precariedad de una nación en ciernes y la debilidad del hombre frente a la naturaleza. Personajes extraviados en cuya identidad se despliegan tanto la ruptura como la continuidad de ciertas tradiciones literarias.

Es que la nueva novela de Daniel Guebel tiene mucho de ellas y, a la vez, giros y contragiros a esos tópicos. Entre familias patricias, campos arrendados, palacetes coloniales, las minas de Potosí, la inmigración como una plaga, la fiebre amarilla, las pulperías, el gauchaje, la conquista de la pampa y la matanza del nativo, la corrupción y la burocracia, surge María de las Mercedes del Rosario de Jesús Zambrano, una mujer que, de repente, tras heredar una fortuna, abandona todo y se marcha a las tolderías de Pincén.

Adolfo Alsina (recién vuelto de Europa, quien se cree destinado a guiar los rumbos del país y escribir la gran novela nacional), enamorado hasta los tuétanos, saldrá en su búsqueda, y ahí donde concebirá su proyecto: esa surrealista línea de defensa que terminaría siendo la famosa zanja. Lo hará junto al ingeniero francés Alfredo Ebelot (personaje real de nuestra historia), y juntos enaltecerán el don de la amistad y naufragarán en el intento de comprender la esencia femenina. Todo culminará con un malón de mujeres: “El futuro es mujer, mi amigo. Corrámonos a un costado y hagámosle lugar”.

La mujer del malón es una novela con un continuo fluir de acciones, de humor e imaginación desbordados, paródica y anacrónica, con personajes extravagantes, anclada en lo que se podría llamar realismo delirante gauchesco: el documentalismo mixturado con una invención sin frenos, plagada de referencias a la larga tradición literaria argentina del Siglo XIX. En fin: una ucronía (los indios capitalistas sean quizás su mejor representación).

Hay una hermosa broma guebeleana en la nota que abre el libro: “Hay quienes se enamoran de una mujer antes de conocerla (...) en el caso que nos ocupa, los hechos no ocurrieron así”. Ahí ya está todo.

© LA GACETA

Hernán Carbonel

Perfil

Daniel Guebel (Buenos Aires, 1956) es autor, entre otras, de las novelas La perla del emperador (Premio Emecé y Segundo Premio Municipal de Novela), El terrorista, Nina, Ella, Derrumbe, El hijo judío (Premio de la Crítica de la Feria del Libro al mejor libro de creación literaria en 2019)  y El absoluto (mejor libro de ficción de 2016 según el diario La Nación; Premio Literario de la Academia Argentina de Letras, Municipal y Nacional, en la categoría Novela).

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