Las frutas son una fuente esencial de nutrientes y energía, especialmente importantes para aquellos que realizan actividad física regularmente. No todas las frutas tienen el mismo impacto en el cuerpo antes y después del ejercicio. Algunas ayudan a preservar la energía durante el entrenamiento, mientras que otras son ideales para la recuperación muscular posterior. Amelia De La Peña, nutricionista deportiva, nos ofrece una guía sobre las frutas más recomendadas para consumir antes y después de entrenar.
Frutas para antes de entrenar
Antes de la actividad física, es crucial consumir frutas con bajo índice glicémico. Estas frutas proporcionan una liberación lenta y constante de energía, evitando picos de insulina y asegurando que el cuerpo tenga suficientes reservas para un entrenamiento prolongado, que puede durar de una hora a hora y media. Aquí están algunas de las mejores opciones:
Frutillas: ricas en antioxidantes y vitamina C, ayudan a mantener la energía.
Frambuesas: contienen fibra y antioxidantes, proporcionando una liberación constante de energía.
Arándanos: altos en antioxidantes y bajos en calorías, son perfectos para mantener la energía.
Cerezas: con antioxidantes y propiedades antiinflamatorias, ayudan a reducir el dolor muscular.
Naranjas: aportan vitamina C y una hidratación adicional por su alto contenido de agua.
Mandarinas: son una fuente rápida y ligera de energía.
Ciruelas: ricas en antioxidantes y fibra, ayudan a mantener los niveles de energía.
Peras: aportan energía sostenida gracias a su contenido de fibra.
Manzanas: contienen fibra y antioxidantes, proporcionando una energía constante.
Frutas para después de entrenar
Después del ejercicio, el cuerpo necesita frutas con alto índice glucémico para ayudar a reponer los niveles de glucógeno muscular y facilitar la síntesis proteica. Estas frutas también pueden ayudar a la recuperación general y reducir el daño muscular. Aquí algunas recomendaciones:
Melón: hidratante y con un alto contenido de vitaminas, ayuda a reponer los líquidos perdidos.
Mango: rico en carbohidratos y antioxidantes, ideal para la recuperación muscular.
Uvas: aportan glucosa rápida y antioxidantes que ayudan en la recuperación.
Ananá: contiene bromelina, una enzima que ayuda a reducir la inflamación y acelerar la recuperación.
Pasas: ricas en carbohidratos y hierro, ayudan a reponer energía rápidamente.