Cine: Valeria Bertuccelli asume un doble rol en “Culpa cero”

Valeria Bertuccelli acredita una consolidada carrera como actriz (especialmente desplegada en el ámbito de la comedia) y hace seis años se lanzó como directora de cine con la muy sólida “La reina del miedo”. Hoy regresa a la pantalla grande en el doble rol se realizadora y protagonista con “Culpa cero”, donde compone a la exitosa escritora de tres libros de autoayuda de venta masiva Berta Muller, definida ya en la primera escena como “la autora más vendida de América Latina, un ejemplo de vida, filósofa y gurú”.

Su pacífica y positiva vida se sacude cuando, en el pico máximo de su carrera, es expuesta mediáticamente denunciada por plagio (la acusan de que sus libros son una simple recopilación de textos de otros del calibre de Séneca, Buda y Gandhi, y que jamás escribió ni una línea propia) y sufre como castigo inmediato la cancelación total en las redes sociales e internet. Su tranquila estadía en una playa uruguaya terminó abruptamente. Pero lejos de asumir su responsabilidad, negará las acusaciones e intentará justificarse ridículamente, aunque esto implique sacar a la luz toda su oscuridad.

La dirección fue compartida por Mora Elizalde (con quien Bertuccelli ya había trabajado en la serie “Hoyo en uno”, durante la pandemia), y ambas escribieron el guión con la participación decisiva de Malena Pichot. Junto a la protagónica actúan Cecilia Roth, Justina Bustos, Gaia Garibaldi, Fabiana Cantilo y Martín Garabal.

Desde el humor por momentos oscuro y desafiante, la trama avanza sobre la idea del éxito a toda costa, la sensación de impunidad detrás de un fugaz reconocimiento y la fragilidad de la sobreexposición en tiempos del dominio de lo virtual, lo que incluye las asimetrías entre el impacto de una denuncia y su contestación y defensa (incluso en este caso, donde no hay reconocimiento de autocrítica alguna, sino una ratificación de una pose de soberbia, propia de su ser irracional y manipulador).

“¿Berta plagió o Berta deglutió información de dificilísima comprensión?”, interpela en tercera persona el personaje principal, una pregunta que también encierra -en sí misma- la inmensa disponibilidad de datos que circulan y cómo se los incorpora y reproduce, muchas veces de forma liviana. Citar a los autores (lo saben bien quienes forman parte del universo mediático) es una deuda frecuente; claro que de allí a plagiar en tanto reproducir textos de otros sin mencionarlos hay un campo de distancia: esto último es un delito.

El filme opta más por el entretenimiento con una atractiva vuelta de tuerca para la reflexión que por el discurso de lo correcto y la bajada de línea, como reconoció la propia Bertuccelli. Ella prefiere acertadamente definir su realización como una comedia dramática, que va bastante más allá de las risas: “te pasó algo tremendo y se lo contás a un amigo llorando, pero terminás riéndote; o te estás riendo de algo y te sale la angustia, una cosa y otra van muy pegadas”, dijo en una entrevista a medios porteños.

Presencia femenina

Otra característica distintiva de la película es la impronta de las actrices que la impulsan, ya que la presencia femenina es determinante en el elenco. En ese sentido, circulan conceptos relacionados con la amistad, las construcciones de afecto, los vínculos tóxicos y las pérdidas, siempre desde un segmento social que se siente poderoso. En ese contexto, la evolución del personaje de Marta, su secretaria y la escritora fantasma de sus libros, es uno de los puntos más atractivos ya que de la sumisión avanza hacia el empoderamiento.

Esta producción de Pampa Films y Gloriamundi llegará a la plataforma de Disney+. Mientras tanto, Bertuccelli ya está escribiendo su próxima y tercera película -nuevamente junto con Elizalde- y una serie para streaming, “Marcia”.