En el marco del proceso que impulsó el gobernador Osvaldo Jaldo para convocar a una Asamblea Legislativa que reforme la Carta Magna de la provincia, tres referentes de colegios profesionales pasaron por Panorama Tucumano para plasmar sus impresiones sobre el tema. En diálogo con Federico Van Mameren, Mariana Fabiana Lávaque, presidenta del Colegio de Psicólogos; Rodolfo Gilli, presidente del Colegio de Abogados de Tucumán; y Roberto González Marchetti, presidente de la Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Tucumán (Feput) dejaron en claro su postura favorable a la propuesta de reforma entendiendo que la sociedad fue contundente en su interpelación al sistema político en los procesos eleccionarios del año pasado y remarcaron que los cambios que puedan llegar a plasmarse deben cumplirse para no repetir lo ocurrido con la reforma de 2006.
Oportunidad sin margen
Para la titular del Colegio de Psicólogos de la provincia es fundamental para la dirigencia política apostar a contar con un Estado “bien administrado”. “Si es una reforma no debe quedar en vacío y debe permitir avanzar contra la corrupción, la ineficiencia y la falta de representación”, dijo la profesional y remarcó que el contexto político, social y económico actual es “bueno” porque los momentos de malestar representan una oportunidad.
“No hay margen para hacer un reforma que quede en la nada. La sociedad está enojada y puede estar desesperanzadas de que haya cambios verdaderos. Ante esto hay que movilizarse, producir ideas y en el campo de los colegios profesionales hay que convocar a construir propuestas de nuestras disciplinas y plantearlas antes nuestros representantes”, sostuvo la profesional; y reconoció que todavía nos cuesta, como sociedad, participar de las decisiones públicas porque formamos parte de una “sociedad conservadora que espera soluciones del otro, que está entregada al amo y dispuesta al sacrificio”. “Hay que vencer esa inercia ciudadana”, agregó.
Ante este escenario de debate ciudadano, Lávaque destacó que el Poder Ejecutivo provincial esté mostrando apertura a la escucha de distintos espacios y organizaciones del tercer sector. “Desde el Colegio estamos teniendo diálogo con la Legislatura sobre distintas temáticas. Por ahí no encontramos acuerdos pero si espacios para discutir. Nos interesa plantear aspectos que tienen que ver con la salud de la población y el acceso a la salud mental y la insuficiencia de los recursos estatales para atender a las infancias”, puntualizó.
“Nuevo paradigma”
En representación del Feput, González Marchetti destacó como positiva la propuesta del gobierno de reformar distintos aspectos de la actual Constitución y reconoció que lo sorprendió gratamente que las propuestas elevadas por la mesa de diálogo intersectorial hayan sido tenidas en cuenta. “No hay que volver a engañar a la población. Hasta aquí, todas las reformas fueron para el oportunismo político, pero ya no se puede tomarle el pelo a la gente porque a raíz de esa subestimación hoy tenemos un presidente”, afirmó.
En relación al decálogo propuesto por el espacio multisectorial, el psicólogo planteó que acceso real a la información pública para avanzar hacia una democracia representativa y participativa porque hasta ahora nadie sabe cómo se gastan los recursos de todos y cómo se reparten. “También hay que discutir una representatividad real que logre cercanía con su electorado y las personas que se eligen”, añadió.
El representante del Feput también compartió la visión de que más allá de las banderías políticas y partidarias, en Tucumán se evidencia “un paradigma diferente” en torno a la escucha por parte de las autoridades. “Las sociedad civiles hemos padecido las dificultades para acceder al diálogo. Ahora vemos un paradigma diferente. En la última reunión con la Legislatura, vimos interés de los legisladores para avanzar en nuestras ideas/proyectos que constituyen algo similar a un Pacto de Mayo, pero a la tucumana”, enfatizó.
Resolver las bases
“Sería un acierto político concretar la reforma constitucional planteada porque el sistema republicano y representativo está en tela de juicio. Esta oportunidad debe aprovecharse para resolver actuales problemas de base. Así, por ejemplo, hay que mejorar el sistema de representación porque el ciudadano se siente burlado. Hay que ser claros con esto”, aseguró el presidente del Colegio de Abogados.
En relación a la oportunidad que significa la posibilidad de modificar la Constitución, Gilli recordó que la creación de la Defensoría del Pueblo fue uno de los aciertos de la última reforma, pero el desacierto recayó a la hora de definir sus funciones. “Un desacierto fue no establecer la elección del defensor por decisión popular y no otorgarle autarquía política y financiera”, completó.
“No hay que terminar en otra fantasía. Así como la reforma es un acierto, hay que interpelar al poder político para que cumpla con los cambios. La reforma de 2006, estipulaba la aplicación de los juicios por jurados en el sistema judicial y hoy en día eso no se practica. El poder debe cumplir con los cambios que impulsa para no ser partícipes de una nueva frustración solo por reformar. La sociedad no quiere políticos en un mismo cargo de forma eterna o que pase el poder al resto de su familia porque entiende que cada uno se tiene que ganar el cargo por legitimidad y no por herencia; y para esto hay que oxigenar la representación para que se vuelva a dotar de vida interna a los partidos políticos. Con el sistema actual se han formado muchos caciques que trabajan por ellos y su familia y no por proyectos comunes”, acentuó el representante de los abogados tucumanos.