Facundo Ale seguirá detenido por una causa de amenazas. Sus defensores fracasaron en el intento de que se le revocara la prisión preventiva que le dictó la Justicia la semana pasada.
El hijo de Ángel “El Mono” Ale está acusado de dos hechos. El lunes 15 de abril, según la denuncia que realizó Mercedes “Blanca” Galván, “Facundito”, como es conocido en la calle el joven de 27 años, se presentó en su domicilio a bordo de un Mercedes Benz negro. Sin bajarse del vehículo de alta gama, señaló que disparó al menos cinco veces con una pistola. Los balazos impactaron en el frente del domicilio que está ubicado en barrio Victoria.
Cinco días después, a las 6.30 en la intersección de avenida Alem y Crisóstomo Álvarez, cuando el agente Mateo González le pidió al conductor de una camioneta VW Amarok negra que detuviera la marcha. Según el testimonio del policía municipal, el conductor, al que identificó como Ale, sacó un arma y le pidió que no se acercara. Cuando retrocedió, realizó tres o cuatro disparos y después huyó por avenida Alem.
La Justicia ordenó su detención, pero estuvo más de tres meses prófugo hasta que decidió presentarse. Sus defensores Agustín Monteros y Ricardo Fanlo dijeron que se entregó antes porque temía por su vida, ya que había recibido amenazas por los miembros del clan Gardelito.
La auxiliar Julieta García, siguiendo las instrucciones del fiscal Mariano Fernández, solicitó que se lo acusara de amenazas agravadas por el uso de arma de fuego por el ataque que sufrió Galván únicamente.La representante del Ministerio Público indicó que un testigo relató que el acusado, al que conoce por verlo en el estadio de San Martín, le preguntó dónde vivía Galván y que después de señalarle la vivienda, Ale se dirigió en un vehículo Mercedes Benz negro y realizó varios disparos en contra del inmueble. García confirmó que fueron cinco en total y que los proyectiles salieron de una pistola nueve milímetros.
Pedidos de la defensa
El juez Sebastián Mardiza aceptó que se le dicte la prisión preventiva por 45 días, pero los defensores del acusado impugnaron la resolución. Ante la jueza Juana Juárez explicaron que no había argumentos válidos para que permaneciera privado de su libertad. Solicitaron que se le dicte el arresto domiciliario y ofrecieron que se fijara una caución real.
“No hay motivos para que se escape o entorpezca la investigación. Se están vulnerando todos sus derechos”, fundamentaron Monteros y Fanlo. La magistrada rechazó el pedido y “Facundito” seguirá en un calabozo.