El colapso global de los mercados ha tenido un fuerte impacto en los activos argentinos, llevando al riesgo país a niveles máximos en cinco meses. Este movimiento fue desencadenado por datos de desempleo en Estados Unidos, que provocaron un desarme de posiciones de carry en el yen japonés, aumentando las caídas en los mercados mundiales. Los activos argentinos, incluyendo acciones, bonos y el dólar, experimentaron una reacción moderada ante estos eventos globales.
Los ADRs argentinos registraron caídas iniciales de hasta un 11%, aunque luego mostraron subas y bajas. Los bonos en dólares también se vieron afectados, con descensos de hasta el 3,4%, lo que llevó al riesgo país a superar los 1.700 puntos, antes de retroceder por debajo de los 1.650 puntos. El dólar blue, que había alcanzado inicialmente más de $1.400, retrocedió $5, mientras que los dólares financieros, como el MEP y el CCL, aumentaron considerablemente.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, comentó sobre la situación global, señalando la importancia de observar estos eventos en el contexto de una Argentina que busca integrarse más al mundo. Adorni destacó que la solución para el país radica en mantener unas cuentas públicas saludables y demostrar una reducción de la inflación, en línea con un camino de seriedad y normalización económica.
Las acciones argentinas en Wall Street mostraron variaciones mixtas, con caídas lideradas por Edenor, Cresud y Pampa Energía. El índice S&P Merval bajó alrededor de un 1,5%, mientras que medido en dólares cayó un 2,7%. En general, el mercado argentino ha estado bajo presión debido a la volatilidad global y la incertidumbre sobre la economía mundial, especialmente en relación con el temor a una recesión en Estados Unidos.