El analista Jorge Giacobbe no tiene dudas de que la economía es el principal driver (controlador) de las emociones argentinas. Por esa razón, en el último sondeo de Opinión Pública, realizado a fines del mes pasado, ha constatado no sólo que, más allá de que la imagen del presidente Javier Milei está cayendo, todavía hay esperanza de que pueda torcer el rumbo del país. Pero, paralelamente, otra franja de la sociedad cree que las medidas que adoptó a través del ajuste fiscal de la primera mitad del año, no tienen el nivel de respuesta que se esperaba. Lo que es más preocupante es que la franja conservadora de los argentinos alimenta su incertidumbre sobre el rumbo económico. En diálogo con LA GACETA, Giacobbe plantea que, desde el inicio de la actual gestión, en el juego de la nube de palabras sólo asomaban dos términos: esperanza y tristeza, tomando en cuenta el respaldo libertario (“aquel que acompaña para que no vuelva más al poder el peronismo”, dice el consultor) o el núcleo duro del PJ, “ese que se tira al piso como Neymar, reclamando a cada rato full, porque todo le cae mal”. Ahora, acota Giacobbe, asomó aquella parte de la sociedad que “empieza a ver que no estamos bien, sino regular y que duda de la eficacia del plan de Milei para mejorar la situación de la Argentina”. “Esto se está constituyendo en el buffer especial que descascara la esperanza que representó Milei cuando los ciudadanos lo votaron como Presidente”, acota.
Una prueba de que hay un cambio de tendencia en el respaldo a la actual gestión la constituye aquella promesa de campaña del libertario acerca de combatir las viejas prácticas políticas. A la pregunta “¿creés que Milei está cumpliendo con sus promesas de ir contra la casta?” hizo Giacobbe Consultores en el muestreo nacional, el 48,4% de los ciudadanos que participaron contestó que no están siendo cumplidas; otro 32,9% sostiene que la está cumpliendo parcialmente y un 17,9% que la está cumpliendo muy bien.
La grieta social acerca de las medidas de ajuste de Milei se percibe cuando se analiza la frontera de dolor tolerable frente a esas acciones económicas. Un 31% de los consultados ha respondido que no puede resistir nada. “Aquí está el kirchnerismo que, desde el momento cero no aguantó nada que venga de Milei”, explica Giacobbe. Del otro lado, hay un 21,5% de la ciudadanía “que se banca todo, que puede transitar en patas por el desierto, que necesita resistir cuatro años. La noticia en este caso es que hace dos meses era el 30%, y ahora está bajando”, advierte. ¿Quién capitaliza ese descenso? El consultor dice que allí está aquel 18,3% de la sociedad que le da al Gobierno seis meses más para torcer el rumbo económico y otro 20,5% hasta un año de tolerancia. “Son aquellos que mostraron entusiasmo al arrancar esta gestión y que hoy les tiembla las piernas, lo que no quiere decir que abandonen el barco de la esperanza”, analiza. Giacobbe sostiene que, lo que mueve el comportamiento de la sociedad es la economía, que es la enfermedad; lo otro (quejas sobre la corrupción o la seguridad, por mencionar algunos) son síntomas.