Jujuy homenajea con un gran museo a dos tucumanos ilustres: Lola Mora y César Pelli

Lola Mora y César Pelli, íconos de la historia y de la cultura de Tucumán, cruzan sus caminos para protagonizar un proyecto de alto vuelo. Pero ese encuentro no se produce en la tierra que los vio nacer, sino en Jujuy. Allí se inaugurará este año un museo diseñado por el genial arquitecto, con la exclusiva misión de albergar seis esculturas de la artista. La obra lleva un 75% de desarrollo, con un costo total de 10 millones de dólares aportados por el Estado provincial, y la apertura está prevista para diciembre.

El pasado 19 de julio se cumplieron cinco años de la muerte de Pelli. Poco antes, en 2017, durante una visita al país se había encontrado con el entonces gobernador de la provincia. “Gerardo Morales le transmitió la idea, le llevó una carpeta y Pelli se entusiasmó al toque. Creo que la presencia de Lola Mora lo conectó con sus orígenes. Hablamos del arquitecto argentino más grande de la historia; si se suma el valor de lo que construyó alrededor del mundo equivale a un PBI de Uruguay”. El que aporta el dato -y la comparación- es Ramiro Tejeda, secretario de Planificación del Ministerio de Infraestructura jujeño.

Pero, ¿cuál es la conexión de la artista tucumana con Jujuy? La historia se remonta un siglo atrás, a la década del 20, cuando muchas de sus obras fueron removidas del ejido urbano porteño. “Se debió a cuestiones ideológicas, porque Lola Mora estaba identificada con Julio Argentino Roca”, apunta Tejeda, advirtiendo que los vientos políticos soplaban en otra dirección y el radicalismo había tomado el mando del país. “En 1924 el gobernador Benjamín Villafañe aprovechó la situación y pidió en donación dos de los grupos escultóricos. A esas piezas, Lola Mora las convirtió en seis esculturas”, detalla Tejeda.

La artista marchó con sus creaciones a cuestas y supervisó cada emplazamiento. Cuatro se ubicaron en la adyacencia de la Casa de Gobierno (“El Progreso”, “La Paz”, “La Libertad” y “La Justicia”), una en la plazoleta Maipú (“El Trabajo) y la restante (“Los Leones”) en la plaza Hipólito Yrigoyen del barrio Ciudad de Nieva. Lola Mora se quedó a vivir durante algunos años en San Salvador de Jujuy, hasta 1928, desempeñándose como jefa de Parques y Jardines.

Tejeda -arquitecto recibido en la UNT- explica que el paso de las décadas fue dejando su estampa en las esculturas. Sufrieron las inclemencias del clima, pero también del vandalismo. “Incluso, durante una protesta, partidarios de Milagro Sala encendieron un fuego debajo de ‘La Justicia’”, lamenta. Urgía proteger estas joyas del patrimonio y, ¿dónde mejor que en un museo?

“Pero queríamos que fuera una obra de autor y por eso se pensó en Pelli”, destaca Tejeda, y cuenta una anécdota que involucra sentimentalmente al arquitecto. “Al parecer, su luna de miel había sido en Jujuy -relata-, y cuando se lo contactó acababa de enviudar. Es otro lazo que lo une con nuestra provincia”.

El estudio Pelli, Clarke & Partners, con sede en Estados Unidos, tuvo listo el proyecto en 2019, pero la pandemia marcó un compás de espera y hubo que aguardar hasta julio de 2021 para realizar la licitación. Adjudicó el trabajo la firma Panedile, cuya página web proporciona detalles técnicos del emprendimiento: la superficie del museo es de 3.735 metros cuadrados cubiertos.

En detalle

La ubicación se estudió con cuidado. La elección del barrio Alto La Viña, en las afueras de la ciudad, obedeció -según Tejeda- a un criterio relacionado con el entorno y con la naturaleza. “Jujuy tiene cuatro zonas geográficas y, en cierto modo, el museo las abarca a todas -indica-. El edificio está en un sector de yungas; desde el balcón se aprecia el valle; del otro lado queda la entrada a la Quebrada; y de fondo aparecen los cerros de la Puna”.

Instalado frente a un conocido hotel cinco estrellas, el museo promete destacarse por su condición de 100% sustentable. Toda la energía que requiere se producirá por medio de paneles solares y de cinco turbinas eólicas verticales que albergará una torre de 30 metros de altura.

Trasladar las esculturas de mármol de Carrara implica organizar un minucioso operativo. Se realizará el mes próximo, ya que estará lista la cubierta del edificio central en el que se lucirán. También allí las piezas se someterán a un último proceso de restauración, con el objetivo de dejarlas listas para diciembre.

Pelli le rindió homenaje a Lola Mora y a su arte, ya que le dio al museo la forma de un cincel. Hecho de hormigón y revestido por una cubierta metálica, el complejo incluye el área de recepción, un restaurante “inmerso en las yungas”, el gift shop y un centro de interpretación rodeando las esculturas. También habrá una sala de exposiciones más pequeña, independiente del circuito principal totalmente dedicado a Lola Mora y a su legado.

Se trata de un museo estatal, pero la entrada no será gratuita. “Habrá una segmentación de tarifas: para jujeños, para visitantes de otras provincias y para extranjeros -informa Tejeda-. Además, a través de un código QR se brindarán horarios de visita, porque el objetivo es impedir que el público se agolpe”.

¿Y qué sucederá con el espacio público donde, durante un siglo, las esculturas de Lola Mora estuvieron a la vista de todos? “En la plazoleta Maipú y en la plaza Yrigoyen seguramente colocaremos réplicas -sostiene el funcionario-. Pero en la zona de la Casa de Gobierno no queremos crear un falso histórico, la propuesta es elaborar un espectáculo de luz y sonido, con hologramas, hecho con inteligencia artifical, y que desde allí sea la propia Lola Mora la que invite a la gente a visitar el museo”.