Goles y jerarquía: San Martín de Tucumán sigue en la cima con una victoria 3-1 sobre Estudiantes de Buenos Aires

Goles y jerarquía: San Martín de Tucumán sigue en la cima con una victoria 3-1 sobre Estudiantes de Buenos Aires

Con goles de Axel Bordón, Junior Arias y Gonzalo Rodríguez, el "santo" consolida su liderazgo en la zona y sumando su cuarto triunfo consecutivo en la temporada

Jerarquía. Esa es la palabra que define y sintetiza el porqué de la inapelable victoria 3-1 de San Martín en su visita a Estudiantes de Buenos Aires, con goles de Axel Bordón, Junior Arias y Gonzalo Rodríguez, otra vez con el decisivo aporte de su trío mágico: Matías “Caco” García, Lucas Diarte y Gonzalo “Turbo” Rodríguez. 

Un triunfo que le permite al equipo de Diego Flores –expulsado antes del intervalo por el polémico árbitro Bruno Amiconi- asegurarse la cima de su zona por una semana más, además de seguir cimentando su mejor momento en la temporada, con su cuarto triunfo en fila.

El fútbol del “santo” no alcanzó las alturas del anterior desafío en rodeo ajeno ante Quilmes, pero en la agradable y semi nublada tarde de Caseros, tuvo la contundencia que aquella noche le faltó.

No solo no pasó demasiada zozobra –solo alguna tras el descuento-, sino que su triunfo pudo haber sido todavía más abultado (hubo un gol de Lautaro Fedele anulado por un aparentemente inexistente fuera de juego antes del cierre de la primera etapa).

San Martín salió a imponer condiciones y para ello intentó privilegiar el sector derecho de su ataque: por esa zona se encontraban con frecuencia Bordón, Juan Cuevas y “Caco” García, una sociedad por entonces amenazada sin concretar.

Por su parte, Junior Arias dio mucho trabajo a la pareja de centrales del “pincha”, saliendo del área una y otra vez, aunque le costó finalizar bien sus participaciones.

De a poco, la posesión se fue tornando cada vez más repartida. El equipo de Walter Otta empezó a dar señales de ser consciente de que en el estadio Ciudad de Caseros quizá se jugaba su última carta de poder pelear por el primer puesto (arrancó la fecha en quinta posición, pero a 11 puntos de los líderes).

Cuando promediaba la primera etapa, para fortuna de San Martín emergió Darío Sand en toda su estatura: volando, ahogó el grito de gol a Lautaro Ovando (tiro libre, tras un error de Juan Orellana) y acto seguido respondió sin dar rebote ante un peligroso remate de Jorge Benítez.

De a poco, el conjunto del “traductor” fue migrando de punta, empezó a juntar gente por izquierda, con un Lucas Diarte que se fue haciendo progresivamente más incisivo. Así se originó el córner que devino en el gol que rompió el cero.

Una jugada preparada que pareció diluirse pero que tuvo todo lo necesario, velocidad y sorpresa en su resolución, con participación especial de Lautaro Fedele y “Caco”, quien definió con oportunismo. Bordón solo tuvo que empujar la pelota al gol casi sobre la línea.

Con la ventaja, empezó otro partido. El “pincha” sintió el cachetazo, e incluso encajó una segunda piña, el gol anulado a Fedele.

El complemento, arrancó más o menos en la misma tónica, con un San Martín crecido en confianza y con dominio psicológico y futbolístico. Ni hablar cuando justo antes de la media hora, de tiro libre, Arias metió un remate bajo exquisito que burló la barrera y pareció sentenciar la historia. 

Diarte casi grita el tercero, lo impidió el arquero . Hasta cerca del final, la impresión era de que esta vez, a diferencia del choque ante Quilmes, el “santo” no precisaría sufrir estrecheces. Pero algunos cambios desacomodaron un poco el andamiaje del equipo. Estudiantes, perdido por perdido, decidió jugarse el todo por el todo.

Así llegó el descuento de Román Rodríguez, tras un error defensivo del “santo”, que le hizo creer por unos minutos a los hinchas del “pincha” que el empate era posible. Fue un espejismo que duró hasta la escapada implacable del “Turbo” Rodríguez para el 3-1 final de San Martín.

Ahora la presión la tiene su homónimo de San Juan, en su a priori complicada visita del lunes a Quilmes. Habrá que ver si puede sostener el paso. Mientras tanto, cada vez más sólido, San Martín sigue volando alto.

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