No hay con qué darle. Agonizar sigue siendo un sello para Las Leonas en los Juegos Olímpicos de París. Esta vez no tuvo que ver con lo que el equipo de Fernando Ferrara demostró en el estadio Yves-du-Manoir. Al contrario. Ellas, ya bañadas y perfumadas; más los simpatizantes que madrugaron para seguir el desarrollo del torneo olímpico, se frotaban las manos porque Argentina clasificaba en el primer puesto de la zona, pero nuevamente esa indeseada sensación, compañera en el viaje olímpico, irrumpió.
“Si no nos costara o no sufriéramos, no seríamos Argentina”, explicó Agustina Albertario. La Leona marcó el segundo tanto de la goleada 3-0 de la Selección ante Gran Bretaña que se completó con los goles de Valentina Raposo y Zoe Díaz de Armas. Hasta ahí todo pintaba óptimo y hasta relajado como nunca en lo que va de los Juegos Olímpicos. En el otro cruce pasaba lo mejor que podía acontecer: España le daba una gran mano a Argentina empatando contra Australia.
Casi, casi ese temor que se mantiene de Juego en Juego desde las últimas cinco citas olímpicas parecía pulverizado. Países Bajos, verdugo en 2004, 2008, 2012, 2016 y 2020 si iba a aparecer, lo haría recién en la final porque Las Leonas quedaban primeras en la zona.
Lo que Argentina supo hacer a la perfección ante Gran Bretaña, las españolas no lo lograron. Y por el nivel del rival, ellas tenían que ser más perfectas que las argentinas. El trámite del partido obligaba a las españolas a buscar la historia épica. Se animaron para pesar de las dirigidas por Ferrara y de la afición argentina.
Eso sí, el lamento no fue tanto para el espectáculo global del hockey. Así como se aplaudió el estupendo gol de Díaz de Armas, que anotó con un potente medio giro hacia uno de los vértices del arco británico, también se merece varios halagos España que fue al frente para, por lo menos lograr, empatarles a las australianas.
Las españolas, que perdieron ante Las Leonas por 2-1 en la fase regular, cuando restaban 6’24” para el final sumaban por lo menos un punto. En ese instante, Stephanie Kershaw, facturó desde un córner corto estampando un 2-1. Como quedaba ya poco tiempo en el cronómetro, España prescindió de la arquera, quedó con 12 jugadoras de campo y se adelantó todo lo que pudo. Buscó la épica, pero sin resultado. No sólo no le salió, sino que fue peor.
Las “redsticks” en su zona defensiva se equivocaron. Con el arco sin custodia alguna, el robo de bocha de Kaitlin Nobbs fue aprovechado con mucho entusiasmo. La australiana definió con suma comodidad para poner el definitivo 3-1, cuando al duelo le quedaba 1’25”.
La congoja para Argentina, esta vez, fue colateral. Ese desenlace derivó en concentrarse de aquí en más en el plan B. En los dos, en el bosquejo principal también figuraba Países Bajos, pero recién en el último partido. En el plan secundario las neerlandesas están anotadas como próximas rivales, obviamente si ambas naciones avanzan ganando sus compromisos en los cuartos de final. “Tenemos un equipazo y nadie es mejor ni peor que nosotros. Alemania y Bélgica también están muy bien”, se refirió Ferrara luego de la victoria de su equipo.
El cierre de la fase de grupos situó a Las Leonas en uno de los cruces del lunes, donde se enfrentará a Alemania. Las alemanas cayeron ante Bélgica por 2-0. Mientras tanto, Países Bajos volvió a lucirse con una sólida victoria frente a Japón por 5-1 para cerrar el Grupo A con puntaje ideal, como las firmes candidatas al oro que son; su próximo rival será Gran Bretaña.