El Partido Demócrata confirmó este viernes que Kamala Harris obtuvo los votos suficientes dentro de la agrupación y será, por tanto, la candidata en las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 5 de noviembre en Estados Unidos.
La actual vicepresidenta fue la única aspirante que se presentó ante los casi 4.000 delegados que, durante cinco días, debían designar mediante sufragio electrónico a la postulante presidencial de su partido. “Me siento honrada de ser la aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos”, afirmó Harris, tras obtener el apoyo de más de la mitad de los delegados en el segundo día de la maratónica votación.
Los demócratas optaron por un proceso de nominación virtual debido a la cercanía de la fecha límite del 7 de agosto fijada para que los distintos partidos oficialicen sus candidaturas.
Kamala Harris y una carrera contrarreloj
Harris dispondrá de menos de 100 días para convencer a los votantes estadounidenses de que la prefieran frente a Donald Trump. "No va a ser fácil, pero vamos a llegar, y, como su futura presidenta, sé que estaremos a la altura del desafío", dijo en una intervención telefónica transmitida durante un acto de campaña.
La demócrata cuenta desde ya con una ventaja frente a su rival: su sumamente exitosa campaña financiera, que en julio captó unos U$S310 millones, más del doble que los conseguidos por Trump.
La mayor parte de esos fondos, unos U$S200 millones, fueron obtenidos en los días que siguieron al 21 de julio, cuando Joe Biden anunció su abandono de la carrera.