El domingo, pasadas las 11, Antonia Ramona Barrionuevo (49 años) fue hasta la casa de su hermana Julia para tomar mates y charlar. No se terminó de sentar y, según cuentan sus parientes, sólo atinó a llevarse la mano a la boca del estómago y exclamar “¡mierda!”. Sus allegados, sorprendidos por la situación y preocupados porque se había puesto pálida en cuestión de segundos, la revisaron y descubrieron que tenía una herida que le generaba un profuso sangrado. La trasladaron hasta el centro asistencial de la zona y de allí la derivaron hacia el Centro de Salud, donde actualmente está peleando por su vida. Los médicos informaron que su estado es delicado y que la lesión había sido producida por una bala perdida.
El hecho movilizó al barrio Chabela, ubicado en Lules. Sus habitantes se dividieron en dos. Un grupo se encargó de que la mujer fuera atendida y realizar la denuncia correspondiente. Otro, se dirigió a la finca “Josefina” para evitar que los hombres que se encontraban allí abandonaran el lugar. Al llegar los uniformados al lugar, los testigos dijeron que allí era común que realizaran disparos de armas de fuego. Mientras tanto, efectivos de la Patrulla Motorizada de Lules descubrieron que algunas personas intentaban salir del predio por la puerta trasera que da a la ruta 341. Los obligaron a regresar hasta el interior del inmueble.
Los pesquisas se comunicaron con el Ministerio Público Fiscal para solicitar instrucciones. Los funcionarios ordenaron que se identificara a los cinco sospechosos, que se les secuestren los vehículos y que se los presenten hasta tanto sean revisados por los peritos. Dispusieron que no se adopte ninguna medida en contra de los demorados, cuyas edades oscilan entre los 38 y 42 años y cuatro de ellos tienen domicilio en Yerba Buena.
El martes, personal de Criminalística se presentó en la finca para realizar una inspección. Según consta en el expediente, en un sector del predio existe una especie de polígono de tiro en el que están instalados blancos de figuras humanas. Al revisar los vehículos de los señalados (dos VW Amarok, un Mercedes Benz y una Jeep Compass), las autoridades secuestraron armas cortas y largas y varias municiones de diferentes tipos y calibres. No se informó todavía la cantidad ni si los señalados, cuyos nombres se mantienen en reserva porque hasta el momento no fueron imputados de delito alguno, contaban con autorización para portarlas.
Quejas
El hecho generó profundo malestar entre los vecinos de La Chabela. “Sabíamos que tarde o temprano algo malo iba a pasar. Era común los fines de semanas escuchar decenas de disparos. Nos quejamos varias veces porque teníamos miedo, pero ellos nos dijeron que nos quedáramos tranquilos que la zona estaba asegurada. Evidentemente no era tan así”, comentó Juan Ramírez.
Su esposa María Laura agregó: “era un infierno cómo hacían tiros. Tenía terror por los chicos que andan jugando en la calle. Ahora pasó esta desgracia y quién se hará cargo de esa pobre mujer. Tiene cuatro hijos que están desesperados por lo que están viviendo. La pobre se casó hace un mes y medio con su compañero después de estar juntos por mucho tiempo. El hombre es un alma en pena por lo que pasó”.
El domingo al mediodía, se registraron momentos de tensión en el barrio. Sus habitantes se presentaron en el acceso principal de la finca para evitar que los señalados se fueran del lugar. “Ellos querían irse, pero como nos pusimos en el portón, desistieron. También los filmamos y subimos los videos a las redes para que quede como prueba”, destacó María Florencia Romano. “Primero nos decían que querían ir al hospital para ver cómo estaba ella, pero después nunca fueron. Jamás se arrimaron a la familia para averiguar si necesitaban algo. Después, los policías que lo demoraron nos contaron que cuando ingresaron estaban comiendo un asado como si nada”, relató Estela García.
En la Justicia
“Por pedido de la familia vamos a impulsar una denuncia penal en contra de las cinco personas que estuvieron en el lugar. Queremos que se investigue cuanto antes el caso. Una persona se encuentra en grave estado por un disparo y todavía no hay ni un detenido”, explicaron Javier Eduardo Lobo Aragón y Javier Lobo Aragón (h) que asumieron el rol de querellantes en la causa.
Los profesionales indicaron que la causa hasta ayer a la mañana se encontraba en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana y que podría pasar a la de Homicidios I que conduce el fiscal Pedro Gallo. “Estamos esperando que se defina este punto porque queremos solicitar varias medidas que consideramos urgentes. La primera de ella es que se ordene la detención de los hombres que podrían haber sido los autores del disparo que terminó hiriendo gravemente a nuestra asistida”, destacaron.
También ofrecieron como testigo a Julia Barrionuevo, hermana de la mujer herida. “Ella sabe muy bien lo que pasó ese día. Podrá aportar información sobre la actividad que realizaban en esa finca los fines de semana”, informaron.
“Si se confirma que fue herida por los tiros que realizaron en medio de una práctica, estaremos ante un hecho muy grave que merece una rápida respuesta por parte de las autoridades”, explicó Javier Lobo Aragón hijo. Su padre agregó: “estamos hablando que realizaban disparos en un predio que está ubicado en medio de un barrio. Es una zona urbana, no en un campo en el medio de la nada”.