Santiago del Estero es tierra de linajes folclóricos. Los Hermanos Ábalos, el clan Carabajal y los Banegas así lo atestiguan. Y dos generaciones de esta última familia lo demostrarán esta noche en el escenario del teatro Alberdi (Crisóstomo Álvarez y Jujuy), cuando desde las 20.30 y conducidos por Coco Banegas se presente el espectáculo “El último sachero”.
“Heredamos la música de nuestros abuelos y bisabuelos que ya tocaban y nos hicimos cantores a través de tener raíces de folcloristas. Y será así en cada hogar santiagueño hay cantores; cada casa se parece a una peña en domingo o sábado, las juntadas eran habituales de chicos. Y por ser numerosos todos, los Ábalos y los Carabajal nacieron y salieron también cantores y bailarines”, le dice el protagonista a LA GACETA.
Inquieto y siempre activo, el show de hoy tendrá como característica distintiva que será filmado: “voy a estar compartiendo el escenario con mi hermano Horacio Banegas; sus hijos, el Jana y el Mono; y con Manolo Herrera. Será una noche de grandes emociones. La idea de Deleo Producciones -y por la cual le estoy profundamente agradecido a Daniel Deleo- tiene como fin también dejar testimonio fílmico de lo que vayamos a vivir en Tucumán con mi música”.
“Me acompañan quienes sson parte de mi vida, son familia y es una emoción enorme poder volver a juntarnos. Ya hace ts décadas que dejamos de cantar junto con Horacio, pero he sido invitado por él en muchos teatros en Buenos Aires. Venimos trayendo el folclore en la sangre, hermanados en la vida y en el canto. Es una emoción tremenda este encuentro”, insiste.
El lugar y el tiempo del recital tienen también un valor especial para el músico. “Este regreso es algo muy lindo ya que me permite el reencuentro con el público tucumano; y en un momento tan importante en mi carrera porque el Alberdi es uno de los teatros más importantes, el más emblemático y muy conocido”, resalta.
Su show se llama “El último sachero”, título me -destaca- “me lo puso la gente, a través de mi trayectoria”. “Por las redes siempre me manifiestan que soy el último cantor del monte que está quedando, que es lo que significa el mote que ya quedó”.
Su disco solista más reciente se llama “Lo que encierra el alma”. “Mi alma guarda muchas cosas... muchos recuerdos de la niñez, de la adolescencia, de la juventud; los momentos vividos con la familia, con los grupos que pasé a integrar: primero con mi hermano, después con un grupo tradicional que son Los Tobas de Santiago, con amigos con los que he recorrido el barrio.. Todas esas cosas que he vivido y llevo guardada”, enumera.
La ausencia de su tierra natal -está radicado en la Capital Federal- no le mella en su identidad santiagueña, “porque creo que no tiene que perderse, ni la tonada ni nada; hay que tratar de mantenerse como uno es, por más que esté viviendo en otro lugar”. “Eso para mí ha sido lo más fácil, porque yo no cambié nada de mi persona ni de las costumbres. Soy como cuando me fui de mi provincia alguna vez, hace más de 30 años, y sigo manteniéndome igual, recordando de qué lado vengo, el Santiago que siempre llevo adentro, quiero e idolatro. Creo que eso es una de las cosas que me ha hecho hasta ahora mantener mi personalidad y toda mi esencia”, reivindica.
Sus nuevas canciones discurren entre distintos temas. “Según las intenciones de los autores, se le canta a las personas, algunos les cantan al paisaje, otros al amor. Yo soy alguien a quien le gusta cantarle a la gente, como en el caso de “A Don Yuma Gómez”, o a personajes como “El Anacleto del viento”. Entre los nuevos temas hay zambas que hablan del amor, hay chacareras que hablan de específicamente un lugar (en este caso, Atamishqui) y también a cosas cotidianas que le pasan a la gente. Algunos de los temas que voy a presentar en el teatro son canciones nuevas porque recién están saliendo y también cantaré composiciones de autores viejos que nosotros recrearemos”, adelanta.
“Siempre fui coherente en mi carrera, le canté a las cosas que yo siento y no tuve ningún costo por ello -confiesa-, porque siempre hice lo que me gustaba y me dio resultado. Y es lo que sigo haciendo hasta el día de hoy. Muestro quién soy desde mi decir con la música y las canciones. La evaluación de las políticas se las dejo para los políticos . Yo canto para la gente y a ella me debo”.
Presente folclórico
Banegas está conforme con el presente folclórico que transita el país: “lo veo muy bien, hay un semillero muy grande y lindo con la changada´, con la juventud, que viene empujando fuerte y vamos a quedar bien parados los que estamos. Hay mucho talento joven, todos estudian música, se perfeccionan vocal e instrumentalmente... Nos podemos quedar tranquilos. No me preocupa nada, porque sé que estamos bien respaldados por la gente joven. El Folclore no tiene época, es uno solo, por lo que estoy feliz de poder estar en esta época y entreverarme con los jóvenes. Ser folclorista, para mí, siempre fue cantarle a lo que nos pasa, a veces en circunstancias difíciles y a veces en contextos menos adversos. Cantar es como la vida misma, hay que seguir adelante haciendo lo que uno ama. Cantaré siempre y eso es lo que importa”, concluye.
Perfil: medio siglo de trayectoria
Más de 50 años de carrera artística tiene Coco Banegas sobre los principales escenarios del folclore argentino, tanto en distintos conjuntos como solista. Sus discos son “De mi tierra lo mejor”, “Allá vamos” (nominado por estos dos trabajos a los Premios ACE a la Música), “Cuando el grito no hiere la copla”, “Sonidos del corazón”, “Amo la chacarera”, “El último sachero” y “Lo que encierra el alma”, aparte de una innumerable cantidad de producciones en colaboración. Autor y compositor de varias obras como “Poema al vino”, “Rosauro del Monte”, “Perdón”, “Coplas pal’ vidalero”, “Amontonando sueños” y “La Antonia del Pueblo”, está grabando su octavo álbum de temas propios.