La Pachamama representa la tierra, la fertilidad y la naturaleza. Para los pueblos originarios es esa figura maternal que proporciona sustento y que protege a la humanidad. Es una fuerza viva y sagrada y hoy, como cada 1 de agosto, se celebra su día. Los pueblos andinos la honrarán con respeto, con gratitud y con actos de reciprocidad. Es que, sin ella, o más bien, sin su apoyo, no hay equilibrio ni armonía en la vida humana. Y por eso hay agradecerle y pedirle.
Hoy se conmemora la fiesta de la Pachamama, una celebración que tiene sus orígenes en las tradiciones andinas, especialmente entre las culturas quechua y aymara. Estos grupos, que habitaron la región antes de la llegada de los colonizadores europeos, desarrollaron una cosmovisión profundamente ligada a la naturaleza y al ciclo agrícola. En esta mirada, la Madre Tierra es el centro: como estos pueblos dependían de la agricultura para su subsistencia, desarrollaron rituales y ceremonias para honrar a la Pachamama y asegurar buenas cosechas y el bienestar de la comunidad. Y aunque el tiempo ha pasado, la tradición sigue viva.
“Esto es algo que significa muchísimo para nuestras comunidades, que hoy están afrontando un proceso de reorganización y de revalorización. Antes era imposible visibilizar nuestra cultura, por los efectos de la conquista y por otros procesos que nuestros antepasados atravesaron”, contó hace unos días el guía de la Ciudad Sagrada de Quilmes Rubén González. “En otros tiempos se decía que era una creencia pagana. Nuestra gente tenía miedo de que si hablaban de ella iban a sufrir alguna represalia. Pero la Pachamama es una deidad que significa mucho para nuestros pueblos andinos, y por eso la homenajeamos con tanto respeto”, explicó.
La unión de dos ciclos
Con el tiempo y la llegada de los españoles, se impuso el cristianismo y muchas de estas prácticas ancestrales fueron reprimidas o sincretizadas con las festividades cristianas. Ahora, los pueblos buscan reivindicarlas y reforzarlas. “Es la primera vez en 11 años que la comunidad puede celebrar de manera integral y en la Ciudad Sagrada la fiesta. Volveremos para ofrendar todos juntos y para reivindicar los principios de nuestra comunidad”, contó entusiasmado a LA GACETA Patricio González, cacique de la Comunidad Quilmes. “Van a estar las 14 comunidades de base; organizamos transporte para que todos puedan llegar. Es muy importante, sobre todo para los más chicos, que puedan vivir esto”, añadió y explicó: “ la fiesta significa la unión de dos ciclos. Es el punto medio entre las cosechas que se terminan, por lo que agradecemos con ofrendas, y el inicio de un nuevo ciclo, porque la Madre Tierra se prepara para germinar nuevas plantas”.
El centro de la fiesta será en Amaicha, pero las celebraciones se repetirán en toda la provincia. Todas compartirán más o menos los mismos ritos. Lo primero es el té de ruda, quizá la tradición más difundida. “Es para preparar el cuerpo y el alma”, indicó Patricio. Y eso es lo que, seguramente, harán miles de tucumanos en sus casas. Según la creencia popular, la ruda tiene propiedades medicinales y esotéricas; se cree que tiene el poder de ahuyentar las malas energías. Y como empieza un nuevo ciclo, tomar la ruda el 1 de agosto simboliza limpieza interna y un agradecimiento a la Pachamama.
Luego, las comunidades hacen un sahumado con hierbas medicinales. En Quilmes también habrá una reunión de copleros y finalizará todo con la tradicional ceremonia de ofrendas.
Cómo preparar el té
No hay dudas de que la tradición más difundida es la del té. Y aunque puede parecer difícil, su preparación es bastante sencilla: comenzá lavando la ruda fresca bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad. Luego, poné una taza de agua a hervir en una olla pequeña. Cuando el agua esté hirviendo, añadí la ramita de (o las hojas) de ruda. Si estás usando ruda seca, utilizá aproximadamente una cucharadita. Dejá que la ruda hierva a fuego lento durante unos cinco minutos, después apagá el fuego y dejá reposar la infusión por otros cinco minutos para que libere todas sus propiedades. Usá un colador para retirar la ramita de ruda de la infusión. Si lo preferís, podés añadir miel o azúcar al gusto para endulzar el té.
Las bolsas de ruda pueden conseguirse en el centro por alrededor de $400 (hay promos de tres por $1.000).
Ceremonias en toda la provincia
- En la Ciudad Sagrada de Quilmes la ceremonia central se iniciará a las 11. Los visitantes deberán abonar la entrada al sitio arqueológico (tiene un costo de $3.000 para estudiantes y jubilados; $3.500 para argentinos y $7.000 para extranjeros). Según advirtió el cacique, antes y después de la ceremonia el predio estará abierto con visitas guiadas al sitio y al centro de interpretación.
- En San Javier habrá una ceremonia a las 10, en la escuela Otilde Brígida Toro.
- En Tafí Viejo se organiza una ceremonia especial para la Madre Tierra. De 9.30 a 16 se realizará el evento “Pachamama kusilla, kusilla” en la Plazoleta de La Madre (ubicada en la intersección de Perú y Sarmiento). Los interesados podrán acercarse a dejar su ofrenda durante el día.
- En San Miguel de Tucumán habrá dos ceremonias. La primera se realizará a las 10.30 en la Casa de la Cultura municipal (ubicada en el parque 9 de Julio). La segunda será de 18.30 a 22 en la Casa del Bicentenario (Adolfo de la Vega 505). En ambos eventos se entregarán ofrendas a la Madre Tierra, con agradecimientos y con pedidos de los asistentes. Los vecinos están invitados a llevar sus propias ofrendas, y en ambos espacios. En los dos también se servirá el tradicional té de ruda.