Los ladrones de las tres camionetas robadas en menos de 36 horas hicieron tarea de inteligencia antes de cometer los ilícitos. Utilizaron un moderno sistema tecnológico para cumplir con su objetivo porque inutiliza los más novedosos métodos de seguridad. Los vehículos sustraídos fueron llevados a otra provincia para venderlos de manera ilegal. Los responsables serían cordobeses que contarían con el apoyo de tucumanos para apoderarse de estos bienes. Esos son algunos de los datos que manejan los policías en la investigación del insólito caso que puso en alerta a las autoridades de la provincia.
El sábado, antes de que amaneciera, desconocidos se apoderaron de la Toyota Hilux que Humberto Leal había dejado estacionada en Corrientes casi 25 de Mayo. Los delincuentes siguieron con su raid y también se apoderaron del mismo modelo de camioneta que su dueño Pablo Arias había aparcado en Laprida al 500. El lunes a la madrugada, sufrió el mismo robo Daniel Julio, que había dejado su vehículo en la cochera del edificio ubicado en avenida Belgrano y Bulnes. Los tres bienes, que fueron valuados por la Dirección General de Rentas por casi $ 80 millones, tienen menos de tres años de antigüedad y son de color gris plata. “No es casualidad que haya tantas similitudes entre las tres”, le dijo Arias a LA GACETA.
La víctima relató que Leal es el que normalmente dejaba estacionada la Hilux en calle Corrientes y que ellos, ocasionalmente. Julio también explicó que siempre dejó su bien en el lugar donde se la sustrajeron. Los pesquisas, que son dirigidos por los comisarios Miguel Carabajal y Diego Bernachi, sospechan que los delincuentes recorren la ciudad buscando los vehículos de esas características para robarlos.
De las tres, sólo una pudo ser recuperada. Fue la de Leal, ya que los delincuentes la dejaron abandonada a pocos metros de la ruta 157 después de haber protagonizado un accidente. El camino que habrían elegido los delincuentes no fue casual. Es el elegido por varios conductores para trasladarse a Córdoba porque no es tan transitado y porque tiene menos controles.
Según los investigadores la elección tampoco fue fortuita. Los bienes además de ser del mismo color, tienen dominios similares, lo que facilita hacerlas “mellizas” para luego comercializarlas de manera fraudulenta. Este sistema consiste en utilizar la documentación de un vehículo a otro para evitar los controles, más aún si se está analizando los papeles de uno de idénticas características. Si un policía al analizar la tarjeta verde a un conductor, podrá leer el dominio y las características (color y modelo) de la camioneta y no encontrará ninguna anormalidad, salvo que revise el número de chasis o de motor, algo que nunca sucede.
El cómo
Las tres Hilux sustraídas son del modelo SRX. Este tipo de camioneta cuenta con un sistema de apertura y arranque sin llaves, también conocido como keyless. Cada propietario cuenta con un elemento que tiene un código único e irrepetible. Es como el ADN de las personas, sostuvo un especialista en la materia que reconoció que en Argentina ya se están utilizando sistemas para vulnerar ese mecanismo. Son conocidos como “Pandora” o “Flipper”, que son muchos más avanzados que los ya conocidos inhibidores de alarma.
Los pesquisas creen que los delincuentes realizan tareas de inteligencia para encontrar posibles vehículos. Normalmente eligen los que están estacionados en la vía pública y concretan los robos en las madrugadas, cuando no hay gran movimiento de personas. Pero también atacan en las playas de estacionamientos de los centros comerciales. El ir y venir de decenas de personas, la entrada y salida de rodados, se transforman en la cortina ideal para “levantar” (como se lo llama en la jerga delictiva) los bienes de terceros.
En la mira
Los cordobeses tienen fama de autoproclamarse por diferentes logros. Ellos se consideran los inventores del fernet con coca o de algunos ritmos musicales. Sí son reconocidos por ser los creadores de diferentes modalidades delictivas. Las más conocidas son los “secuestros virtuales” y las “estafas virtuales” que fueron ideadas por personas que se encontraban detenidas en las cárceles de esa provincia. A ellos también se los apunta como ser los pioneros en utilizar “Pandora” o “Flipper”, las herramientas tecnológicas que se usan para el robo de vehículos.
No será la primera vez que los cordobeses aparecen involucrados en la sustracción de automotores en esta provincia. A fines de mayo, efectivos realizaron una serie de allanamientos en distintos puntos de Tucumán para tratar de atrapar a miembros de una organización que se dedicaba a este tipo de ilícito en ambas jurisdicciones, Mendoza, Salta, Santiago del Estero y Jujuy, entre otras. El modus operandi consistía en “levantar” bienes y luego trasladarlos a otros lugares para su comercialización.
También existiría un intercambio de favores. Delincuentes tucumanos viajarían a Córdoba a realizar estos robos y, después de un tiempo, los oriundos de esa provincia harían lo mismo en nuestras tierras. No sólo comparten las ganancias, sino que intercambian inteligencia y la logística como escondites y medios de movilidad. Eso es lo que sucedió en la famosa causa conocida como “La industria del escruche” o la más reciente que cometían ataques de rompevidrios o salideras bancarias.
“Pandora” y “Flipper”: enemigos de la seguridad
El uso de dispositivos electrónicos para inhibir alarmas, e interferir señales, en los últimos años se transformó en uno de los sistemas que utilizan los delincuentes para cometer robos de autos o de los objetos que sus propietarios dejan en el interior. Sin embargo, por el robo de las tres camionetas en menos de 36 horas, los policías confirmaron que hay personas que recurrieron a otros mecanismos más avanzados con los que pueden cometer ilícitos. A estas nuevas herramientas se las conoce como “Pandora” o “Flipper”, aunque la primera es la más común.
Pandora es una marca rusa de equipamientos de seguridad. Incluye tanto alarmas para automóviles como también sofisticado equipamiento destinado a fuerzas de seguridad, al cual no debería tener acceso ningún civil. Entre sus modelos, se encuentra un dispositivo que puede almacenar un gran número de códigos de seguridad de vehículos de alta gama y convertirse así en una “llave maestra” para abrir coches y robar en su interior. Su tamaño es un poco más grande que un sobre de azúcar, y pesa menos de 30 gramos, por lo que es muy fácil de ocultar. Su importación es ilegal, y sin embargo, en algunas páginas de internet del exterior se lo ofrece por sumas que van de los 1.800 a los 3.600 euros.
Los tucumanos ya conocían de los mal llamados inhibidores de alarmas. Se trata de un dispositivo que producían una señal que interrumpe la de los pulsadores de alarma y cierre de alarmas, por lo que el vehículo quedaba totalmente abierto.
“Pandora” y “Flipper” son dispositivos que permiten sustraer los códigos de seguridad correspondiente a los autos que cuentan con sistema de keyless. Esos datos se bajan en una computadora y son transmitidos a un pulsador con el que se abren los vehículos y con los que se le puede dar arranque.
Lamentos de una víctima: un robo sin respuesta
“Sigo esperando novedades, aunque soy consciente de que es muy probable que no la encuentre máse”, explicó Julio Olmos, que sufrió el robo de su camioneta Toyota Hilux el 21 de febrero.
Ese día dejó el vehículo modelo 2023 estacionado en la cuadra de Mendoza al 800 porque la guardería aún no estaba abierta. Como lo hacía ocasionalmente, arrojaba la llave hacia la casilla del encargado. Cuando llegaba el empleado, tomaba la llave e ingresaba la camioneta. Pero ese día el encargado lo llamó al trabajo para informarle que la Hilux no estaba. Junto con los investigadores, analizaron las cámaras de seguridad y descubrieron que un desconocido, utilizando un mecanismo, logró sacar del interior de la playa las llaves. Luego, sin levantar sospechas, se marchó del lugar. “Hicimos de todo, pero no tuvimos resultado. La Policía se movió bastante, pero tampoco pudo descubrir quién la había robado. No tengo dudas de que me estuvieron observando y estudiaron la manera de quedarse con las llaves.”, explicó. Olmos relató que semanas después, los investigadores le llevaron una mala noticia. “Analizaron las imágenes que habían tomado las cámaras de seguridad y descubrieron que el ladrón se dirigió hacia avenida Siria. Estuvo detenido en una esquina hasta que se presentó una pareja en moto. El conductor de la moto se bajó, se subió a mi vehículo y se dirigió hacia el norte de la provincia. De ahí no supimos más”, explicó. “No tengo dudas de que la llevaron a la frontera para cambiarla por droga. Me parece que en el caso que publicaron ayer, se la llevaron a Córdoba”, añadió. “No me dolió tanto el robo como descubrir que pagué una importante suma para tener un seguro decente. Hasta ahora no cumplieron con lo pactado porque según señalaron, soy el culpable de la sustracción. Por eso decidí ir a juicio para reclamar lo que me corresponde”, finalizó.
Recomendaciones
- Evitar dejar estacionado los vehículos en la vía pública, especialmente, durante la noche.
- Si no tiene alternativa, asegúrese de estacionar en diferentes lugares y no repetir mucho un sitio.
- Colóquele al vehículo el dispositivo conocido como traba volante como medida de seguridad extra.
- Siempre asegúrese de que el vehículo queda bien cerrado.
- No se confíe en el sonido del cierre centralizado y revise que la puerta haya quedado bloqueada.
- Si es víctima de un robo, denuncie el caso en la Policía, solo así se abrirá una investigación del caso.