La Selección Sub-23 avanzó a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos como segunda de su grupo con seis puntos, igualando al líder Marruecos, que quedó primero por haber vencido a la "albiceleste" 2-1 en el debut. En ese sentido, los dirigidos por Javier Mascherano ahora se enfrentarán a Francia, una de las favoritas para ganar la medalla de oro. Además de ser el país anfitrión, cuenta con un plantel lleno de estrellas y es el equipo más caro del torneo.
Francia se clasificó automáticamente por ser el anfitrión, ya que en la Eurocopa Sub-21 fueron eliminados en cuartos de final por Ucrania, a quien Argentina venció 2-0 en el último partido de la fase de grupos. La Federación Francesa de Fútbol había planeado incluir a estrellas de la Selección Mayor como Kylian Mbappé o Antoine Griezmann, pero sus clubes no los cedieron. Finalmente, los tres mayores seleccionados son Loïc Badé (defensor de Sevilla, de 24 años), Jean-Philippe Mateta (delantero de Crystal Palace, de 27) y Alexandre Lacazette (delantero de Lyon, de 33).
Cabe destacar que entre los menores de 23 años, algunos jugadores destacados no fueron convocados debido a la negativa de sus clubes, como Eduardo Camavinga de Real Madrid y William Saliba de Arsenal. Otras promesas como Warren Zaïre-Emery (PSG), Leny Yoro (Manchester United) y Mathys Tel (Bayern Múnich) también se quedaron fuera.
No obstante, el entrenador Thierry Henry cuenta con figuras como Michael Olise, fichaje reciente de Bayern Munich, Castello Lukeba de RB Leipzig, y los creativos Enzo Millot, Rayan Cherki y Maghnes Akliouche.
Con esos futbolistas destacados, Francia pasó la fase de grupos con victorias convincentes: 3-0 contra Estados Unidos, 1-0 contra Guinea, y 3-0 contra Nueva Zelanda, logrando puntaje perfecto, sin goles en contra y mostrando un juego sólido.
El ex delantero de Arsenal y Barcelona de España, Henry suele usar un 4-4-2 con laterales ofensivos como Kiliann Sidillia y Adrien Truffert, un mediocampista defensivo como Manu Koné y otro más creativo como Millot o Akliouche.
Mientras que Olise es el jugador más desequilibrante, creando jugadas y asistiendo a los delanteros Lacazette y Mateta. Además, Francia es muy fuerte en el juego aéreo, un aspecto que Argentina deberá tener en cuenta.