En Venezuela, las protestas contra el nuevo gobierno de Nicolás Maduro han dejado al menos doce muertos y casi 750 detenidos. Según la ONG Foro Penal, las víctimas fallecieron en distintas partes del país durante manifestaciones que denunciaban el presunto fraude electoral. La Fiscalía General confirmó las detenciones y señaló que los arrestados serán procesados por participar en actos de "guarimba".
Inicialmente, se reportó la muerte de un manifestante en el estado de Yaracuy. Posteriormente, se confirmó el fallecimiento de otras dos personas en Zulia y tres más en los estados de Aragua y Táchira. Además, se registraron más de 20 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana heridos en enfrentamientos. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, afirmó que el gobierno no permitirá que el país vuelva a los disturbios de años anteriores.
Las protestas se desencadenaron después de que el Consejo Nacional Electoral otorgara la victoria a Maduro con más del 51% de los votos, un resultado que la oposición y la comunidad internacional cuestionan. La líder opositora, María Corina Machado, afirmó tener pruebas de fraude y reclamó la victoria para su candidato, Edmundo González, con el 70% de los votos.
El fiscal general, Tarek William Saab, denunció que los enfrentamientos violentos fueron causados por grupos armados y advirtió que los detenidos enfrentarán cargos graves. El ministro de Defensa acusó a la oposición de intentar un golpe de Estado con el apoyo de fuerzas extranjeras. Además, el partido opositor Voluntad Popular denunció la detención de su dirigente, Freddy Superlano, como parte de una escalada represiva del gobierno de Maduro.
Las amenazas previas a la votación
Varios días antes de las elecciones, Maduro había amenazado con un “baño de sangre” si no triunfaba en los comicios.
“El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, había expresado.
Las fuerzas del orden chavistas reprimieron ayer protestas espontáneas en Venezuela, mientras crece el llamado internacional a una mayor transparencia en el recuento de votos. Las manifestaciones comenzaron desde la mañana; incluso en zonas populosas como Petare, el barrio más grande y peligroso del país.
Durante las protestas también fueron derribadas al menos cuatro estatuas de Hugo Chávez en Estados que fueron bastiones del oficialismo. En videos que circularon en redes sociales se ve la celebración de los ciudadanos que desmontaron las estructuras, descontentos con el régimen que ya tiene 25 años en el poder y ahora intenta atornillarse al menos seis años más.