El día después de las elecciones presidenciales en Venezuela, se registraron fuertes cacerolazos en Caracas, especialmente en Petare, el barrio popular más grande de América Latina y antiguo bastión chavista. Estas protestas se produjeron en respuesta a las denuncias de fraude por parte del presidente Nicolás Maduro, quien fue declarado vencedor en medio de dudas de la oposición y de la comunidad internacional. Los manifestantes utilizaron cacerolas y entonaron el himno nacional como señal de protesta.
Las protestas no se limitaron a Petare, sino que se extendieron a otras áreas de la capital, como Palo Verde, Terrazas del Ávila, El Junquito, Caricuao y El Valle, incluso cerca del Palacio de Miraflores. Estas manifestaciones pacíficas se llevaron a cabo en un ambiente de desolación en Caracas, con calles vacías y comercios cerrados. La reacción fue un reflejo de la frustración de muchos venezolanos ante los resultados oficiales, que fueron anunciados por el Consejo Nacional Electoral, controlado por Maduro.
Varios ciudadanos expresaron su descontento con el resultado electoral, considerando que la mayoría había votado por la oposición. La líder opositora, María Corina Machado, afirmó que los recuentos de votos obtenidos por sus representantes mostraban una victoria abrumadora para el candidato opositor Edmundo González, quien fue declarado perdedor con un 44% frente al 51% de Maduro. Sin embargo, el retraso en la publicación de los resultados detallados y las acusaciones de manipulación aumentaron la desconfianza.
Gobiernos extranjeros, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, se abstuvieron de reconocer los resultados debido a preocupaciones sobre la transparencia del proceso. En Caracas, la oposición hizo un llamado a la calma y evitó incitar a la violencia, reflejando un posible agotamiento en la población ante la situación política y social del país. A pesar de ello, las protestas reflejaron el descontento generalizado con el régimen y la situación económica y social en Venezuela.
Finalmente, las autoridades intentaron desviar la atención de las irregularidades acusando a enemigos extranjeros de intentar piratear el sistema de votación. La elección se celebró en una fecha simbólica, el que habría sido el 70 cumpleaños del fallecido expresidente Hugo Chávez, quien dejó un legado de revolución bolivariana ahora liderado por Maduro. Sin embargo, la popularidad del actual gobierno ha caído drásticamente debido a las políticas económicas fallidas y la crisis humanitaria que ha llevado a millones de venezolanos a emigrar.