Gracias a un tucumano, el tirador catamarqueño Gutiérrez es finalista en los Juegos Olímpicos

Si Julián Gutiérrez llegó a la final de los Juegos Olímpicos de París en la modalidad de tiro rifle de 10 metros (compite mañana desde las 7 en el Centro de Tiro de Chateauroux) es porque tuvo una ayuda tucumana. “Andamos medio ciegos”, escribió el catamarqueño. La frase en su Whatsapp acompañada por algunas onomatopeyas que indicaban risa tenía como destinatario a Fernando Vidal Sanz, tirador del Club de Cazadores de Tucumán. El tres veces ganador del premio LA GACETA al mejor en su disciplina es también oftalmólogo y compartió varios viajes representando al país con el catamarqueño.

“‘Che... lo podés ver’, me dijo Pablo Álvarez, el técnico general de la Selección. ‘No termina de despegar nunca y le tomamos todos los parámetros, pero ya zno sabemos qué probar’, me dijo”, relató Vidal Sanz. Así empezó el vínculo del tucumano con el primer atleta olímpico que tiene Catamarca. Gutiérrez perdió esa sensación de “medio ciego” gracias al doctor. ¿Cómo fue? El tirador viajó hasta Tucumán citado en el Hospital Avellaneda, uno de los lugares donde atiende el especialista. La elección fue cuidada. “El consultorio es de seis metros, mucho más parecido a una pedana (la cancha del tiro deportivo). Los otros son de tres o cuatro. Pensé: ‘ahí es la posta’”, contó. El profesional trató de recrear lo más posible las condiciones de competencia, una de ellas, la distancia de 10 metros.  

El día de la consulta Vidal Sanz lo recuerda a la perfección. “A cualquier otro paciente, uno lo ve más rápido y ya se puede ir”, describió. No se trata de un trato preferencial que brinda el doctor, sino que el joven de 23 años requería un ajuste mucho más preciso teniendo en cuenta que es un tirador deportivo por eso llevó más tiempo. Su actividad requiere que las patologías mínimas se reduzcan al máximo. “Tiene miopía y astigmatismo, pero muy bajos. En ambos ojos de astigmatismo, 0.50 y 0.25, de miopía. El anteojo que el tenía estaba bien, pero para competir no”, detalló Vidal Sanz que fue campeón tucumano de tiro 11 veces.

La dificultad del tirador radica en que concentra su visión por varios minutos en el blanco y eso desenfoca su vista. “Le faltaba un poco más de aumento del que venía usando. Fue un ajuste muy fino que llevó más de 10 minutos hasta hallarlo”, recordó el tirador.

Desde entonces Gutiérrez no está esperando incómodamente que su visión se desenfoque en plena competencia. Su mirada es cien por ciento estable. El resultado positivo lo refuerza su rendimiento en París y lo confirma la competencia inmediata posterior al ajuste visual: participó en el “XIV Campeonato de las Américas de Rifle y Pistola” que se hizo en abril en Buenos Aires consiguiendo la clasificación a la cita parisina. “Es muy poquito lo que perdía, pero a este nivel son décimas de milímetros las que te pueden poner arriba o abajo en la clasificación”, aseguró.

En un reportaje publicado en el diario La Nación, Gutiérrez lo destacó. “Mis valores en todo lo que era rendimiento estaban bien, pero mi puntaje era bajo. Probé todo, cambiar el rifle, cambiar el equipo, cambiar el psicólogo, cambiar la cabeza, cambiar la posición y cambiar el parámetro que me habían dicho. Me contacto con otro tirador de Tucumán, Fernando Vidal, y él me hizo ver lo que estaba sucediendo, cuál era el parámetro raro, y a partir de ahí conseguí una solución”, reconoció el olímpico Gutiérrez que va por una medalla.