En una reciente investigación, publicada en la revista ACS Nano, científicos del Conicet lograron describir el proceso de formación de algunas multivesículas celulares e identificar nuevas formas auto-ensambladas.
Las vesículas celulares son estructuras membranosas que cumplen funciones esenciales dentro de las células. Para realizar funciones específicas pueden autoensamblarse de manera espontánea y formar estructuras más complejas, denominadas multivesículas.
“Constantemente dentro de las células hay transporte de material, por ejemplo, de distintas moléculas que van de un lado al otro, incluso de adentro hacia afuera y a la inversa, ¿cómo es posible esto? A través de las vesículas, que son estructuras que cumplen la función de transportar lo que la célula necesita. Estas vesículas por su naturaleza lipídica se autoorganizan y se autoensamblan, adoptando configuraciones diversas y complejas como las multivesículas, muchas de ellas difíciles de estudiar experimentalmente”, explica el investigador Diego Masone.
El estudio proporciona una visión novedosa sobre esta dinámica y abre nuevas vías para el diseño de nanomateriales y dispositivos inspirados en la naturaleza y sus principios biológicos, con potenciales aplicaciones en la industria biomédica, farmacéutica y biotecnológica.
“Fue como abrir una caja de sorpresas. Surgieron muchas formas no observadas previamente que obedecen los principios físicos de la autoorganización multivesicular, dados por las características propias de las moléculas lipídicas individuales que forman las membranas y colectivamente componen estas superestructuras”, dice Masone.
Nuevas vías
Este conocimiento abre nuevas vías para el desarrollo de materiales y dispositivos biomiméticos a escala nanométrica: “La nanotecnología está revolucionando el diseño de nuevos materiales y podría incluir propiedades bioinspiradas como el auto-ensamblaje, la respuesta a estímulos del ambiente o los cambios de forma, procesos que ya fueron resueltos en la naturaleza. Estos cuerpos multivesiculares que son transportadores en la célula, tienen múltiples y variadas formas, que podemos usar nosotros también con fines tecnológicos, por ejemplo, para transportar fármacos o para construir nuevos materiales con propiedades bioinspiradas”, concluye el científico.