La alimentación está directamente vinculada con el bienestar del organismo y la salud. Mantener una dieta equilibrada y variada ayuda a mantenerse saludable y a disminuir el riesgo de aparición de ciertas enfermedades.
La persona que quiera comenzar a cambiar su manera de alimentarse, debe saber que uno de los alimentos más beneficiosos para incorporar a su hábito saludable diario es precisamente el garbanzo.
Muchas personas la consumen por su versatilidad a la hora de la elaboración de platos, pero principalmente por su gran aporte nutricional: 100 gramos aportan siete gramos de fibra dietética. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), los garbanzos son una excelente fuente de proteínas, fibra, calcio, potasio, hierro, fósforo, magnesio, folatos, niacina, vitamina B6 y vitamina E.
Garbanzo, el superalimento rico en proteínas que ayuda a controlar el azúcar en sangre
El garbanzo mejora los niveles de glucosa y la salud digestiva. Gracias a los ácidos grasos, también ayuda a reducir los niveles de colesterol “malo”. Esto quiere decir que ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
Según el sitio especializado Mejorconsalud, los garbanzos aportan una gran cantidad de ácidos grasos omega-3, las cuales contribuyen en la salud cardiovascular y el fortalecimiento neuronal.
También su alto contenido en potasio juega un papel importante a la hora de regular la presión arterial y, en consecuencia, relajar los vasos sanguíneos. Los antioxidantes que posee la legumbre reducen el estrés oxidativo generado por las células y beneficia la función endotelial.
Múltiples son los beneficios que se obtienen al comer regularmente garbanzos en un hummus, ensalada, guisos, sopas o, incluso, junto con salsas de carne. También es una gran opción entra las personas que no consumen carne, ya que es una gran fuente de proteína vegetal.
Más beneficios del consumo regular de garbanzo
Beneficia la salud ósea.
Beneficia la ganancia de masa muscular y fuerza.
Incrementa la producción de colágeno.
Aporta fibra.
Sus carbohidratos complejos liberan energía de forma gradual.
Reduce la inflamación abdominal.
Mejora la digestión y reduce el estreñimiento.
Ayuda al cuerpo a absorber todos los nutrientes de la comida.
Ayuda en la pérdida de peso.
Tiene efecto de saciedad.