El desayuno es ampliamente considerado como la comida más importante del día, ya que rompe el ayuno prolongado de la noche y proporciona la energía necesaria para comenzar las actividades diarias. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Es mejor optar por un desayuno dulce o salado? Los expertos ofrecen respuestas interesantes sobre esta cuestión, destacando la importancia de una elección equilibrada y saludable.
La importancia del desayuno
La nutricionista española Ángela Quintas destaca que un desayuno equilibrado es crucial para mejorar la concentración, la memoria y el estado de ánimo.
Además, un buen desayuno ayuda a mantener un peso saludable. Las necesidades específicas pueden variar según cada individuo y sus actividades diarias, pero la calidad de los alimentos elegidos es fundamental.
Desayuno dulce
Los desayunos dulces pueden ser tentadores, pero es esencial evitar los productos ultraprocesados como donas, muffins y magdalenas. Estos alimentos pueden causar picos y caídas en los niveles de azúcar en la sangre, lo que lleva a la fatiga a media mañana. En lugar de estos, Quintas sugiere optar por frutas enteras, yogur natural con un toque de miel y cereales integrales. Estos alimentos proporcionan una liberación de energía más constante y sostenida. Además, el café puede ser una excelente adición, siempre que se consuma sin azúcar.
Desayuno salado
Por otro lado, los desayunos salados que incluyen proteínas y grasas saludables ofrecen una liberación constante de energía y una mayor sensación de saciedad. Sin embargo, es importante ser consciente del contenido de sodio en los alimentos. Quintas recomienda desayunos salados que incluyan huevos, aguacate, frutos secos y pan integral con tomate triturado y aceite de oliva. Estos alimentos no solo son nutritivos, sino que también ayudan a mantener estables los niveles de energía a lo largo de la mañana.