Un hombre de 35 años falleció luego de haber estado dos días internado en el hospital Padilla tras sufrir una puñalada en la zona del tórax al evitar que un delincuente le robara su motocicleta en el barrio 11 de Marzo.
La víctima se llamaba Carlos Sebastián Navarro. Según dijo su padre, Carlos Alberto Navarro (58), Sebastián estaba de visita cenando en la casa de su pareja, ubicada en Pellegrini al 2.100 cuando, alrededor de las 22.30, sintió un ruido extraño en la puerta de la vivienda. Al salir a la vereda notó que había un ladrón que quería robarle su motocicleta, Sebastián enfrentó al ladrón por lo que se habría producido un forcejeo, en el cual el delincuente lo hirió en la zona del pecho con un arma blanca, para luego salir corriendo sin llevarse el rodado.
La pareja del joven vive a pocos metros de la casa de su padre, por lo que Sebastián rápidamente fue a pedir auxilio allí. Gladys, la pareja del padre, le contó a LA GACETA cómo fueron las horas previas y posteriores al ataque. Según dijo, ese día Sebastián había estado reunido en la casa de un vecino para festejar su cumpleaños ya que se conocían desde chicos. Cerca de las 22, se cruzó hacia la casa de su novia para cenar juntos y a los minutos se produjo el enfrentamiento.
Como Alberto ya estaba dormido, Gladys quiso llevar a Sebastián al hospital en su motocicleta, pero al ver la gravedad de la herida optó por llevarlo en un taxi. Mientras solicitaba el viaje, el joven se desvaneció por lo que sus amigos y vecinos lo auxiliaron y lo llevaron en el auto de uno de ellos hasta el Padilla.
La víctima tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y debió recibir transfusiones en más de una oportunidad debido a la cantidad de sangre que había perdido tras la herida. Finalmente falleció el jueves a la madrugada debido a la gravedad de las lesiones.
Luego de que la Policía del nosocomio informara su deceso, la División de Homicidios, siguiendo las instrucciones de las comisarios Juana Estequiño y Susana Montero, se presentaron en el barrio para hacer una inspección ocular, realizar las primeras averiguaciones y un relevamiento de cámaras de seguridad de la zona. Según informó una fuente cercana al caso, en un comienzo estarían trabajando con dos líneas investigativas.
La familia de la víctima tiene un sospechoso. Se trata de un joven de entre 21 y 23 años apodado “Rosquetito”, que es vendedor ambulante en el vecindario ya habría estado involucrado en otros hechos delictivos.
Mientras Sebastián estaba internado Alberto y Gladys comenzaron a investigar por su cuenta y descubrieron que una vecina que vive a pocas cuadras de donde fue el incidente tenía una cámara de seguridad apuntando a la calle Pellegrini. La mujer les compartió un video donde se observaría a “Rosquetito” circular cerca de la escena del crimen. Alberto se acercó a la comisaría 13ª para advertir al personal policial y pidió que se tenga presente dicha información durante la investigación.
Conmoción
El fatal episodio conmovió a los vecinos de barrio 11 de Marzo debido al cariño que le tenían a Sebastián. Según contaron, el joven vivió allí toda su vida, por lo que era conocido por la mayoría de los vecinos.
La víctima era el mayor de seis hermanos y trabajaba en una citrícola y como técnico en refrigeración. Hacía unos meses se había mudado a la casa de su madre, ubicada en el barrio SEOC, pero iba con frecuencia a visitar a su padre, a sus hermanos, a su novia y a sus amigos de toda la vida.
Elena, quien vive cerca de la pareja de Sebastián, dijo que le sorprendió lo que pasó ya que en el vecindario se conocen entre todos y no suelen pasar estas cosas. Denise, hermana menor de la víctima, lo recordó con mucho cariño y pidió justicia por su hermano. “Él lo daba todo por nosotros; era una excelente persona y muy trabajadora. No puedo creer que le haya pasado esto”, dijo la adolescente. “No entiendo por qué a la gente le gusta hacer tanto daño. Destruyeron a una familia entera”, se lamentó Gladys mientras recibía a allegados que se acercaban al domicilio para dar sus condolencias