Duro tropiezo para Los Pumas 7s, que no competirán por medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024

Duro tropiezo para Los Pumas 7s, que no competirán por medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024

El seleccionado nacional cayó con Francia en cuartos de final, y no podrá repetir el bronce conseguido en Tokio 2020.

Foto: Prensa UAR - Lucas Currá

Antes de que se realice la ceremonia de inauguración se pinchó una de las grandes esperanzas de medalla para Argentina. En una mala jornada, Los Pumas sumaron dos derrotas, la segunda de ellas a manos de Francia en cuartos de final, y se quedaron sin chances de pelear por el podio en los Juegos Olímpicos de París.

“Cuanto más grande es la ilusión, más fuerte es la caída”, dice una frase muy conocida. La misma que expresó Santiago Gómez Cora, head coach del seleccionado argentino, tras la caída ante el seleccionado galo por 26-14, que privó a Los Pumas de pelear por un lugar en el podio.

Con mucho tino, claro. Porque la ilusión, efectivamente, era enorme. Y no amparada solamente en lo hecho en Tokio 2020, donde consiguió la medalla de bronce, sino también en la muy buena temporada que había tenido el equipo en el Circuito Mundial, en donde logró tres títulos, dos subcampeonatos y un histórico primer puesto en la tabla general ganándoles, incluso, a los mejores de la categoría.

Pero así como hay que destacar el altísimo rendimiento de Los Pumas durante toda la temporada, también hay que decir que en los últimos torneos, dejando de lado la Gran Final de Madrid en donde alcanzó la final, ya había exhibido cierto bajón por diferentes motivos. Y fue una imagen más similar a la de ese equipo, que al que arrancó la temporada con tres títulos y un subcampeonato, la que dejaron ayer.

La jornada ya había arrancado torcida tempranito, cuando en el duelo mano a mano por el primer lugar del grupo B, Argentina cayó 22-14 contra Australia, un rival al que le había ganado casi siempre en toda la temporada.

Aunque la clasificación a cuartos ya estaba asegurada, lograr el primer puesto hubiera significado jugar (aunque no se sabía todavía) jugar ante Estados Unidos en cuartos de final. Un rival duro, lógicamente, pero no tanto como Francia, quien finalmente terminó siendo el primer escollo argentino en la fase eliminatoria. Y el que no pudo superar.

La principal alarma del duelo contra Australia no fue tanto el resultado adverso, sino el nivel de juego. Aunque arrancó ganando y tuvo posesiones como para estirar la ventaja, Argentina recayó en algunas equivocaciones con la pelota y se fue al descanso en desventaja por un mal tramo final. Encima jugando con un hombre menos, algo que exacerbó la fragilidad defensiva del seleccionado nacional. En el segundo tiempo, tuvo problemas con la primera salida australiana, que amplió la brecha y, aunque pudo descontar, una nueva anotación oceánica a falta de menos de dos minutos sentenció la historia.

Aún con la derrota, Los Pumas tenían confianza de cara al duelo contra Francia porque, además, los locales no habían tenido la mejor fase de grupos. “No sé si están heridos por Messi y la Copa del Mundo o porque no les gustamos”, decía sardónicamente Marcos Moneta, en referencia a los silbidos y abucheos que inundaron el Stade de France cada vez que Argentina jugó. Comentarios que servían para caldear, todavía más, el ambiente para la noche francesa en lo que se vivió como un verdadero clásico.

Podía esperarse un seleccionado argentino envalentonado, por la actitud del público. También, por el regreso de Rodrigo Isgró, que se perdió la fase de grupos por suspensión y que muy probablemente esté jugando su último torneo en la modalidad (ya fue mundialista con Los Pumas y pasaría definitivamente al rugby de 15). Pero claro, también podía esperarse un seleccionado francés sediento de gloria ante un estadio repleto arengándolos. Y fue eso, efectivamente, lo que sucedió.

Los primeros siete minutos fueron todo de “Les Bleus”. Con un hambre de victoria que pareció potenciar todas sus cualidades, tanto físicas como rugbísticas, los franceses jugaron un primer tiempo impactante, llevándose por delante al seleccionado argentino.

Los primeros instantes ilusionaban. Tras perder la salida, Argentina recuperó en campo propio forzando un penal, y ganó metros con un kick que le permitió tener un line cerca del ingoal rival.

Pero, igual que sucedió ante Samoa, esa formación fue una de las principales falencias del seleccionado dirigido por Gómez Cora (y con el tucumano Leonardo Gravano como entrenador asistente). Francia recuperó la pelota, pero la despejó, dándole una nueva chance a Argentina. Una chance que no pudo aprovechar ya que volvió a perder la pelota para no recuperarla más.

Andy Timo, pasados los tres minutos del primer tiempo, marcó el primer try francés, apoyando por la esquina derecha. Un minuto después, ya con un envión anímico importante, Francia ganó la salida y ante un fallido intento de anticipo del capitán Santiago Álvarez, Aaron Grandidier Nkanang se filtró, otra vez por la derecha, y apoyó nuevamente.

Un nivel desmoralizante de los galos que encima cerró el primer tiempo con un nuevo try de Grandidier Nkanang, luego de volver a ganar la salida. Para colmo de males, las tres conversiones de Rayan Rebbadj fueron acertadas. Y ni siquiera estaba todavía en cancha Antoine Dupont, la figura que entró en el segundo tiempo.

Los Pumas salieron decididos a cambiar la historia en el segundo tiempo. Isgró descontó apenas pasado el minuto de juego, con conversión de Santiago Mare, y un par de minutos después, Francia se quedó con uno menos por una amarilla a Jordan Sepho. Con un try de Moneta, convertido por Joaquín Pellandini, la ilusión aumentaba para Argentina, que ganó también la salida siguiente.

Sin embargo, Moneta no tuvo la paciencia necesaria para manejar la superioridad numérica, y perdió la pelota con un intento de sombrerito. Allí, la ilusión se acabó. Francia manejó la pelota, hizo correr el tiempo y cerró el partido con un try de Dupont; que sentenció el 26-12 final.

No será el cierre esperado para Los Pumas, que mañana irán en busca del quinto puesto (9:30 el primer partido ante Nueva Zelanda). Pero el traspié no opaca la gran temporada y el gran momento del seleccionado que está, hace rato, metido en la elite del rugby mundial.

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