Por Fabio Ladetto
25 Julio 2024
CUERDAS, VIENTOS Y VOCES. Ailín Enríquez y Emiliano Vera presenta sus canciones en “Música medicina”.
Entre cuerdas, vientos y voces, Emiliano Vera y Ailín Enríquez recorrieron durante siete años la geografía y la cultura por los países latinoamericanos. El viaje les permitió consolidar un proyecto estético musical y -en simultáneo- fortalecer su construcción familiar.
Las raíces tucumanas de Emiliano lo llaman cada tanto, pero hacía tiempo que no volvía. Ahora regresaron a pisar suelo norteño, y para compartir el crecimiento el dúo se presentará esta noche, desde las 22 en CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457), con un repertorio integrado en su totalidad por temas propios interpretados con guitarra, charango, zampoñas y quenas (en otros conciertos y en las redes sociales, hacen versiones de otros compositores folclóricos norteños, argentinos y del continente).
“Son mensajes de conciencia y de amor a la naturaleza. Tocamos ritmos variados: pasamos por huayno, sanjuanito, vidala, chacarera, todos ritmos que fuimos incorporando en nuestro viaje”, adelanta Vera en diálogo con LA GACETA.
“Padre y madre”, “Estoy buscando”, “Llueve”, “Waira”, Confía”, “Las voces de mis ancestros” y “Bejuqueando” serán sólo algunos de los temas que se escucharán hoy, en un recital de perfil íntimo.
- Titulan a su espectáculo “Música medicina”, ¿qué implica darle esa definición?
- Lo llamamos así porque lo que hacemos, mediante la vibración y la palabra, puede ser una herramienta o una llave para recordar nuestra esencia, nuestra unidad con el todo, para reconocer que el solo echo de existir es algo maravilloso. Buscamos que se recuperen todas cosas que uno sabe pero de las que nos olvidamos porque creamos máscaras para vivir en sociedad y nuestra mente crea la ilusión de la separación.
- Entonces es cierto que el arte cura...
- Nosotros ponemos en nuestra propuesta artística la intención de ayudar en los procesos de sanación de las personas que nos escuchan, para que sientan la inmensidad de la naturaleza y se reconozcan parte de ella.
- ¿Qué significa ser parte de la naturaleza que nos rodea?
- Sentimos que la creación o el arte está intrínseco en la naturaleza, por donde uno mire. Y si nos soltamos, podemos ser parte de esa fuerza creadora y aprender a que nuestra propia vida se convierta en una obra de arte. Además, como me referí antes, siempre el arte puede llevarnos a lugares profundos que quizás no podemos observar en nuestro cotidiano, y con el solo hecho de entrar en lo profundo ya vamos sanando.
- ¿De eso hablan sus temas?
- Nuestras canciones o el mensaje que compartimos, son el resultado del propio trabajo que hicimos sobre nosotros mismos. Al darnos cuenta de que somos naturaleza, nuestro amor se expresa sólo mediante nuestra música, ya que la sentimos como nuestra madre. Mucha gente en todo el mundo se está dando cuenta de que para cambiar la realidad que los rodea, primero debemos cambiar y redescubrirnos a nosotros mismos.
- ¿Cómo fue el extenso recorrido por el continente?
- El viaje que hicimos por Latinoamérica fue una transformación muy grande para nosotros, en muchos aspectos. Lanzarnos a lo desconocido, crecer como pareja y conocer tantos territorios, culturas y gente hermosa en todos los países, nos hizo sentir la confianza de que donde sea que vayamos, estamos en familia. Ailín es de Berazategui, nos conocimos en una guitarreada en La Plata, cuando yo estudiaba allá. Después decidimos viajar juntos y hoy ya tenemos dos hijas.
- Llegó el tiempo de volver...
- Regresar a Tucumán es algo muy importante para nosotros. Es como un regalo de la vida volver a ver a nuestra familia y estar otra vez en este territorio tan mágico.
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